Hoy me gustaría escribir sobre un libro que me ha encantado y sorprendido, a pesar de las altas expectativas que tenía depositadas en él, estoy hablando de “Pastoral americana” de Philip Roth. En este primer acercamiento a la obra de Roth he descubierto a un autor total, que es capaz de hacer al lector parte de la historia con su narración y sus personajes, y que nos dejará reflexionando sobre lo leído incluso varios días después de finalizar la lectura de este maravilloso libro.
Me parece que no desvelo nada si digo que “Pastoral americana” narra el descenso al abismo que sufre Seymour Levov tras ver cómo su hija se convierte en una terrorista, pues en esta novela las acciones que nuestros protagonistas toman no son realmente importantes, lo que el autor quiere enfatizar son las consecuencias que tienen esa acciones.
Obviamente, Meredith «Merry» Levov, conocida como la terrorista de Rimrock, es un personaje central en esta novela, pero no únicamente por lo que ha hecho, sino que es a través de ella que Roth nos introduce algunos temas tan importantes como la relación padre-hija o la oposición de los jóvenes a la guerra a Vietnam. Además de la vida como fugitiva de la ley, en la que Merry se ve atrapada, siempre huyendo, incluso llegando a ser violada, y teniendo que vivir una vida alejada de la protección y el cariño familiar.
Un tema central de la novela sería el comunismo destruyendo el sueño americano, y para ello el autor utiliza a una familia modélica como la de los Levov. En la que Seymour ejemplifica esa figura del triunfador, que ha pasado de ser una leyenda deportiva del instituto a ser un empresario de éxito. O Dawn, la madre, que tras haber participado en varios certámenes de belleza como Miss New Jersey, ha pasado página y lleva una vida dedicada a su familia y al cuidado de sus animales.
Otros temas que debemos mencionar podrían ser: el paso del tiempo, la memoria y los recuerdos, el deber y hacer siempre lo correcto, la decadencia de Newark , la corrupción de la política, el antibelicismo del pueblo judío, y para terminar el desencanto de la vida.
Tengo que añadir que me han sorprendido mucho los primeros capítulos del libro en los que Roth nos va introduciendo al personaje del Sueco Levov, con la ayuda de nuestro narrador Nathan Zuckerman iremos descubriendo a esa figura digna de admiración que era el Sueco para toda la comunidad judía de Newark. De estos primeros capítulos yo quiero recomendar, especialmente, el discurso con el que se abre el segundo capítulo, se trata de uno de esos pasajes que conviene releer por lo exquisito de su prosa y la brillante exposición de sus ideas.
Y para terminar recomendar este libro a todo el mundo que nunca haya leído nada de Philip Roth, ya que estamos ante un libro maravilloso y uno de esos autores que tenía ese don especial para poner de acuerdo a la crítica y a los lectores. Por mi parte, he de decir que estoy seguro de que seguiré leyendo a este magnífico escritor que se ha convertido en mi descubrimiento literario de este año.