Archivo por meses: enero 2021

Hablando de Alejandra Pizarnik

Para poner fin a ese primer proyecto personal del año, que consistía en leer más literatura argentina, he decidido dedicarle una breve entrada a Alejandra Pizarnik, y lo hago tras haber leído siete de sus poemarios, que aparecen en la antología que lleva por título “Poesía completa”.

Aunque es cierto que no he terminado de leer el libro que reúne toda la obra poética de la autora nacida en Avellaneda, tengo que decir que ha sido una gran experiencia lectora el poder acercarme a esta autora que está considera como uno de los grandes nombres de la literatura escrita en español.

Todos asociamos el apellido Pizarnik con poesía; pero también se pueden encontrar publicadas sus obras de prosa, en donde destaca el relato de “La condesa sangrienta”, además de su correspondencia y diarios. Pero volviendo a la poesía, he de decir que han sido tres los poemarios que más me han gustado, “La última inocencia”, “Las aventuras perdidas” y “Árbol de Diana”, publicados en 1956, 1958 y 1962, respectivamente.

Como todo lector de poesía, he de reconocer que me ha sido inevitable el ir apuntando los títulos de algunos de esos poemas que más me han sorprendido, y es que cuando uno se sienta al leer por primera vez a una autora de la talla de Alejandra Pizarnik lo normal es llevarse una grata sorpresa. Esos poemas serían: “Yo soy…” de su primer libro de poemas «La tierra más ajena» (1955), “Exilio” de «Las aventuras perdidas» (1958), “Piedra fundamental” de «El infierno musical» (1971), y “Rescate” un verso dedicado a Octavio Paz.

Obviamente no sé cuando, pero intentaré volver a acercarme a la poesía de Alejandra Pizarnik y leer todos esos poemas que no fueron recogidos en libros, y que aún tengo pendientes por finalizar. Me parece que esta ha sido la mejor manera posible para ponerle el punto final a esta idea de empezar el año leyendo a autores de un único país, porque es algo que nos demuestra, que en todos los países del mundo, podemos encontrar autores que de verdad merece la pena descubrir y leer.

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Reseña: Las cosas que perdimos en el fuego

Más información en la página web de Anagrama

Mi primera vez leyendo a Mariana Enríquez me ha llevado a descubrir un libro de relatos, que es bastante popular a los dos lados del atlántico, y que lleva por título “Las cosas que perdimos en el fuego”. Se trata de un libro que en líneas generales me ha gustado mucho, y del que puedo decir que me parece una muy buena carta de presentación para quienes quieran acercarse a la obra de la escritora porteña.

Las cosas que perdimos en el fuego” está compuesto por doce relatos que tienen un tono propio del género de terror, y en los que la autora irá aprovechando para mostrarle al lector algunas de sus preocupaciones con respecto a la sociedad en la que vivimos. Se podría decir que lo paranormal y lo social se dan la mano, en unos relatos que afectarán al lector desde varios y diferentes ángulos, y esto es algo que enriquece la experiencia lectora.

Me gustaría dedicarles unas pocas líneas a algunos de mis relatos favoritos, pero obviamente tratando de no desvelar nada muy revelador de la trama, porque de verdad que hay que leer los cuentos de Mariana Enríquez:

El primer relato, “El chico sucio”, tiene como protagonista a una mujer que vive en una gran casa situada en un barrio donde viven personas con menos recursos, a pesar de que su familia está en contra de su decisión, ella parece feliz con su estilo de vida. Algo que me ha llamado la atención es que este relato destila una fuerte sensación de comunidad, ya que sus vecinos son gente muy cercana, y esto será lo que llevará a nuestra protagonista a querer ayudar a un niño pequeño, cuya madre drogadicta y embarazada ha desaparecido durante la noche. Este es un relato en el que se denuncia la pobreza en la que viven los más necesitados.

En el segundo relato, titulado “La hostería”, se nos cuenta cómo la familia de un político local decide irse a pasar unos días al pueblo, allí la hija del matrimonio aprovecha para reencontrarse con sus amistades de la infancia. Al parecer las cosas han cambiado en el pueblo, pues el padre de la amiga, un respetado guía turístico ha perdido su trabajo. Las dos chicas iniciarán una operación de venganza, pero fracasarán en su intento.

Uno de mis cuentos favoritos es “La casa de Adela”. Ambientado en una casa abandonada, que asusta incluso a los adultos, como se puede apreciar por la reacción de la madre de dos de los niños protagonistas. El relato es realmente inquietante, si tenemos en cuenta que lo estamos viendo desde los ojos de unos niños pequeños, dos hermanos que tienen una amiga a la que le falta un brazo. Un día los amigos deciden entrar en la finca de la casa, y esto es algo que generará una obsesión en el pequeño Pablo, quien decide que tienen que entrar dentro de la casa, al entrar serán testigo de cosas muy extrañas. Un suceso que marcará la vida de dos familias para siempre.

El patio del vecino” me parece que es el relato más macabro, y el que peor sensación te deja después de leerlo. Aquí la autora, con una gran maestría, irá construyendo este relato añadiendo cada vez una dosis más de tensión hasta llegar a la conclusión. Pero también tengo que decir que me parece que está tratado muy bien tanto el plano social de la historia, como ese lado más paranormal que una historia de terror tiene que tener. Paula, nuestra protagonista, es un personaje muy interesante, lleno de contradicciones, que debería ser feliz pero no lo es, que podría haber sido una trabajadora modélica pero se encuentra en casa sin trabajo,…

En “Verde rojo anaranjado” se hace una reflexión sobre el poder que ejerce Internet en las personas, y como puede anularlas completamente. Ejemplificado, en esta historia de dos amigos, en la que un chico decide encerrarse en su habitación para no volver a salir; mientras que la chica decide mantener las visitas a su casa, además de chatear con él sobre temas muy extraños y perturbadores.

Y qué mejor forma de terminar que con el relato que da título a esta espléndida colección, “Las cosas que perdimos en el fuego”. Un último relato que encierra el mensaje más potente de todos los doce cuentos que se reúnen en este libro de Mariana Enríquez. Trata, de manera indirecta, sobre los feminicidios, y lo hace en su vertiente más cruel, dura, e inhumana, como son los casos de mujeres que son quemadas vivas. Obviamente no es un relato fácil de leer, pero es necesario leer acerca de estas cosas, porque es un tema que a uno le hace pensar y reflexionar acerca de estas violencias contra la mujer, y este es un tema sobre el que hay que seguir educando a las nuevas generaciones ya que por desgracia parece que no hay ningún avance.

A modo de conclusión, los relatos de Mariana Enríquez tienen un trasfondo que te hace reflexionar sobre temas que están presentes en nuestras vidas y son parte de la sociedad, pero es innegable que todos tienen ese poso del terror que hace que el lector sienta escalofríos con ciertos pasajes. Además, es una buena forma de mezclar esa tradición anglosajona del terror, con una ambientación tan innegablemente propia de Argentina. Estoy seguro de que seguiré leyendo a esta autora, que tan buena impresión me ha dejado con este libro de relatos que es muy recomendable.

17 Libros para 2021:

Viejos conocidos:

El secreto” de Donna Tartt. Teniendo en cuenta todo el trabajo que hay detrás de un libro de Tartt, uno tiene la sensación de que merece la pena sentarse a leer un libro que tiene más de setecientas páginas, pero es algo que merece mucho más la pena una vez que ya se conoce a la autora detrás de estas grandes novelas.
Nora Webster” de Colm Tóibín. Una de esas lecturas que recuerdo con una gran alegría es la de “Brooklyn”, ya que fue la primera novela que leí en inglés; además la sensación que me dejó el estilo de Tóibín fue muy grata, y es por ello que siempre he esperado encontrar el momento oportuno para acercarme a este libro, “Nora Webster”, al que tantas ganas le tengo.
Estupor y temblores” de Amélie Nothomb. Me he decidido a poner a la autora belga entre viejos conocidos porque ya he leído un par de sus libros en el pasado; sin embargo, en esta ocasión será un verdadero estreno, ya que con esta pequeña novela me sumerjo por primera vez en sus novelas de corte más personal, en las que se aborda la “ficción del yo”.

Nacionales:

Años felices” de Gonzalo Torné. De todos aquellos libros que la editorial Anagrama decidió poner a disposición de los lectores durante los primeros días del confinamiento, fue el de Torné el que más me llamó la atención, principalmente porque nunca había leído a este autor, y además porque parece que este es uno de esos libros en los que uno de los temas principales es la vida.
El paciente” de Juan Gómez-Jurado. Tras escuchar a Gómez-Jurado en los podcast en los que participa, llegué a la conclusión de que no era justo por mi parte el hecho de no acercarme a su trabajo como escritor. El primer paso será leer esta novela, en la que al parecer se esconden detalles fundamentales, que luego irán apareciendo en sus siguientes títulos.
Entre visillos” de Carmen Martín Gaite. Martín Gaite es una autora de la que sólo he leído un par de entrevistas, y teniendo en cuenta que es uno de los nombres propios de nuestra literatura, he decido que ya era hora de darle una oportunidad, y no se me ocurre una mejor manera que hacerlo que con su primera novela, publicada hace casi sesenta y cinco años.
Un amor” de Sara Mesa. Tras haber leído cuatro libros de esta autora sevillana, me he decidido a comprar su última novela. Tengo que decir que en esta ocasión las expectativas están muy altas, pero no por los halagos que haya recibido este libro que ha sido elegido el mejor de 2020 por Babelia, sino porque en mi caso particular siempre he disfrutado mucho de los libros de Mesa.

Primer acercamiento:

Léxico familiar” de Natalia Ginzburg. En ese reto personal de seguir descubriendo autores europeos, que me ayuden a salir de la fuerte influencia anglosajona que siempre han marcado mis lecturas, he decidido poner mis ojos sobre Italia, y en una de sus autoras más queridas y leídas. En esta novela de Natalia Ginzburg nos encontramos un retrato de esa vida familiar de principios de siglo, además de recoger la transformación sufrida por el país transalpino durante su época más convulsa.
Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio” de Alice Munro. En este año en que me he decidido a leer más libros de relatos, no podía ignorar a uno de los grandes nombres en lo referente a la literatura condensada en este pequeño formato como es Alice Munro. La canadiense no sólo ha ganado el Premio Nobel de literatura en 2013, sino que además ha conquistado a millones de lectores en todo el mundo con una carrera en la que ha publicado catorce colecciones de relatos originales.
Las chicas de campo” de Edna O’Brien. Me parece que no engaño a nadie, si digo que la literatura irlandesa es una de las que más me interesan. Me parece que es algo reseñable el elevado número de grandes autores que han salido de la isla Esmeralda, desde Joyce hasta Sally Rooney, pero sin olvidarnos de escritoras como Edna O’Brien que lleva escribiendo desde los sesenta.

En galego:

Que me queres amor?” de Manuel Rivas. Este es un libro que leí por primera vez cuando estaba en el instituto, y teniendo en cuenta que en 2020 se celebró el vigésimo quinto aniversario de su publicación, me parece que ahora es un buen momento para volver a acercarme a esta colección de relatos, que es una de las grandes obras de uno de los escritores más interesantes del panorama nacional.
A dúbida” de María Reimóndez. No puede faltar María Reimondez, autora de la que llevo leyendo con regularidad desde el año 2018, pero de la que sin embargo aún no he leído ninguna novela, y es por ello que he seleccionado esta novela corta que tiene una premisa muy interesante y de la que seguro que podemos aprender mucho.
Silencio” de Agustín Agra. Este es otro libro de relatos, pero en esta ocasión está firmado por un autor del que no he leído nada, sin embargo, viendo varias entrevistas en las que presentaba esta obra, me parece que puede ser un libro muy interesante porque se tratan temas relativos a aquellos primeros avances científicos.

Clásicos:

Nuestro común amigo” de Dickens. El escritor nacido en Portsmouth es una de mis “asignaturas pendientes”, y me gustaría poder solucionar esto a lo largo de este año. Es cierto que Dickens ha escrito varios títulos mucho más conocidos que este, pero me parece que empezar con una de sus últimas obras me ayudará a apreciar el talento del genial escritor inglés en todo su esplendor.
Tristana” de Pérez Galdós. En 2020 intenté leer a Galdós, ya que de verdad parecía que era el momento perfecto, sin embargo eso nunca ocurrió. Pero he de decir que aproveché el año Galdosiano, en el que se recordaba el centenario de la muerte del escritor canario, para descubrir más en profundidad a un autor al que tengo que darle la oportunidad que se merece.
Carol” de Patricia Highsmith. En 2021 celebramos el cien aniversario del nacimiento de Patricia Highsmith, uno de los nombres propios de la literatura estadounidense, y que tantas obras de narrativa nos ha dejado, destacando sus novelas de Ripley y sus relatos. Sin embargo, en este año tan especial, me parece que “Carol” también puede ser un libro muy interesante.
Orlando” de Virginia Woolf. La inglesa es una de esas escritoras que nunca pasan de moda, y es por ello que pienso que nunca es tarde para empezar a leerla, en mi caso será con esta novela de casi trescientas páginas. Es cierto que no se trata de una de sus obras más populares, y este es uno de los motivos que me han llevado a seleccionar un libro, que además trata temas tan interesantes como el género y el papel de la sociedad en nuestra vida.

Reseña: La ocasión, de Juan José Saer

Más información en la web de la editorial Rayo Verde

Pocas sensaciones hay más electrificantes que la de terminar de leer, por primera vez, a un autor que sabes que se terminará convirtiendo en uno de tus favoritos; y tengo que decir que eso fue lo que me ocurrió mientras leía esta novela del escritor santafesino Juan José Saer.

Pero antes de hablar de esta novela titulada “La ocasión”, me gustaría comentar brevemente cómo descubrí a este escritor argentino; y ciertamente no se trata de ningún gran misterio, fue gracias a Librotea, y es que una obra del argentino, “Glosa”, aparecía en una selección realizada por el cantante del grupo Dorian, en la que comentaba cuáles eran sus diez escritores argentinos favoritos de las últimas décadas. Posteriormente, y haciendo un poco de investigación descubrí que la editorial Rayo Verde había publicado ocho de las doce novelas del autor, además de “El concepto de ficción” libro que recoge varios de sus ensayos, en una gran labor de recuperación de la obra de un autor total.

“La ocasión” es un libro en el que nuestro protagonista es Bianco, un mentalista que tiene que dejar atrás su vida en París tras sufrir la humillación pública por parte de los Positivistas franceses. Pero será este capítulo tortuoso de su vida el que le llevará a Argentina, lugar donde podrá disfrutar de una nueva oportunidad en la vida, allí con la ayuda del doctor Garay López irá creciendo socialmente, algo que sin embargo no terminará de traerla esa felicidad tan añorada.

Ya desde el principio de la novela se nos plantea una especie de triángulo amoroso entre, el doctor Gary López, Bianco, y Gina (la esposa de Bianco); y es también en la primera parte de la novela que nuestro protagonista empieza a desconfiar de que su mujer lo ha engañado con su mejor amigo. Con el paso de las páginas esa primera duda se terminará convirtiendo en una auténtica obsesión; y Bianco llegará a pensar que Gina lo engaña doblemente, primero con esa supuesta relación con Garay López, y segundo, cuando la pareja está practicando para que él pueda recuperar sus poderes de telepatía.

Pero siendo sincero me parece que decir que “La ocasión” se centra sólo en el tema del triángulo amoroso es quedarse corto, y en mi opinión todas esas insinuaciones veladas, las sospechas, y los celos, le sirven al autor para contarnos cómo reaccionan los personajes, que como Bianco, no son capaces de lograr las cosas que se proponen, en este caso el regresar a Europa y enfrentarse a los Positivistas.

Además, de la maestría del autor para llevarnos a los rincones más íntimos de la mente humana, en la que muchas veces la razón nos hace cuestionarnos todo, incluso lo que estamos viendo con nuestros propios ojos. También debemos mencionar las precisas descripciones que hace Saer de los territorios y lugares en los que ambienta su novela, tanto esa primera parte en Europa, como luego en la remota pampa argentina, o en la ciudad de Buenos Aires.

Y no quería olvidarme de comentar ese punto más inquietante del libro, y que está relacionado con una historia que se nos cuenta en el último tercio del libro; me refiero a la que tiene como protagonistas al pequeño Waldo y a su hermana, se trata de un pasaje cargado de violencia, y que cambiará la vida de estos personajes que reencontraremos en el final.

Para finalizar, solo me queda recomendar esta novela, “La ocasión” de Juan José Saer, obra que fue galardonada con el Premio Nadal en 1987, porque de verdad que me parece una muy buena forma de empezar a descubrir a uno de esos grandes nombres de la literatura argentina. Estamos ante un autor que muchas veces ha sido puesto a la par de Borges, tal y como afirma Beatriz Sarlo, quien sostiene que “el Borges clásico culmina en 1960, y que a partir de ahí el mayor escritor argentino de la segunda mitad del Siglo XX es Juan José Saer”.

Mis 10 mejores lecturas del 2020

Para esta entrada en la que he seleccionado algunas de mis mejores lecturas del pasado año, he decidido hacer un top 10; y en esta lista de diez libros, sólo los tres primeros se corresponden con mis tres mejores lecturas del 2020, mientras que el resto de títulos aparecen listados sin seguir ningún tipo de orden. En 2020 he leído treinta y nueve libros, y no me puedo quejar ni por la calidad de los títulos seleccionados, ni por la variedad de lecturas realizadas, en las que como siempre he intentado incluir poesía, más y más teatro, relatos y cuentos, e incluso un libro de no-ficción.

Pero antes me gustaría comentar un par de curiosidades. Empezando por el hecho de que en 2020, casi un 60% de mis lecturas estaban firmadas por autoras. Otra sorpresa ha sido ver que más de un 28% estaban escritas en gallego. Además, casi una sexta parte del total de las lecturas realizadas corresponden a clásicos de la literatura. Siendo el punto negativo el hecho de que sólo he leído un libro escrito en la lengua de Shakespeare.

“El molino del Floss” de Mary Ann Evans, es una novela que tal vez no tenga esa presencia que tienen otras obras de la autora inglesa, pero que sin duda sorprenderá, y para bien, a los lectores que decidan acercarse a esta historia que alberga sentimientos tan tristes, pero a la vez tan humanos. Considero que este es el mejor libro de todos los que he leído de George Eliot, y que con cada nuevo libro que leo de la autora se va convirtiendo en una de mis escritoras de referencia.

Canto yo y la montaña baila” de Irene Solà es un libro que compré en preventa (Junio de 2019), porque al leer la nota de prensa del Premi Llibres Anagrama de Novel·la quedé absolutamente maravillado con la historia que firmaba esta joven autora catalana, una sensación que pude volver a experimentar al leer esta novela durante los primeros días del confinamiento (Marzo 2020), en lo que podríamos definir como una especie de vía de escape que me ayudó a sobrellevar aquellos días, gracias a las páginas de un libro que nos transporta justo a los Pirineos, y nos deja ser testigos de toda la magia y el encanto que encierran esos paisajes.

Illa decepción” de Berta Dávila. En 2020 he podido leer dos libros de la autora santiaguesa Berta Dávila, primero “Carrusel” (2019) y luego “Illa decepción” (2020), pero si me tengo que quedar con uno, ese sería este “Illa decepeción”, y realmente no hay un motivo objetivo porque los dos libros me han gustado mucho, pero me parece que en esta tercera novela los lectores encontrarán situaciones y sentimientos que pueden sentir como propios, en una novela que podríamos decir que trata sobre la vida.

Pastoral Americana” de Philip Roth es uno de esos libros que uno sabe que tiene que leer, y es algo que ocurre porque antes de abrir el libro siente que va a ser una gran experiencia lectora, y esto es debido a ese magnetismo que generan ciertos novelistas, que como Philip Roth se han entregado a creación literaria, y esto los lectores lo notamos al abrir cualquiera de sus libros y al encontrarnos con esos personajes tan reales, esos lugares que a pesar de estar tan lejos los sentimos como sitios que conocemos y por los que hemos estado paseando toda nuestra vida, o ese ritmo narrativo que mantiene al lector totalmente enganchado.

El maestro y Margarita” de Mikhail Bulgakov fue una de mis primeras lecturas del pasado año, y de hecho podría decirse que esta fue la primera gran novela que leí en 2020, y digo grande no sólo por sus más de quinientas páginas sino porque esta historia tan bien hilada y llena de momentos memorables, y que además está considerada como una de esas grandes novelas de la literatura del pasado siglo.

“La única historia” de Julian Barnes, lecturas como esta me hacen pensar que los grandes escritores siempre serán capaces de publicar libros interesantes en los que los lectores encontrarán algo nuevo. En las páginas de este libro nos encontramos con una historia de amor entre Paul, que es un chico joven, y Susan, una mujer ya casada y con hijas; sin embargo, en esta ocasión Barnes utiliza a sus personajes para hablarnos de un tema más importante como puede ser el rechazo a la mujer alcohólica por parte de la sociedad.

“La inquilina de Wildfell Hall” de Anne Brontë supone el último libro de las hermanas Brontë que me quedaba por leer, y fue una historia que disfruté mucho, especialmente por las ideas que Anne es capaz de plasmar en se segunda novela, de la que aún, a día de hoy, podemos aprender mucho. También me gustaría compartir una breve reflexión acerca de la pequeña de las Brontë, porque el año pasado se celebró el doscientos aniversario de su nacimiento, y pensar en lo joven que nos dejó Anne, con apenas veintinueve años, me produce una sensación de tristeza, especialmente si pensamos como hubiera sido su carrera después de haber publicado una novela como esta.

“El amor en los tiempos del cólera” de Gabriel García Márquez, leer a uno de tus autores favoritos es uno de esos placeres que la lectura nos puede regalar, especialmente si lo prolongamos en el tiempo, en mi caso intentando incluir algún libro de García Márquez para leerlo cada año; y el año pasado le tocó su turno a esta historia de amor en la que su protagonista femenina, Fermina Daza, se ve envuelta a lo largo de su vida; una historia de amor en la que primero conoceremos a Florentino Ariza y luego al doctor Juvenal Urbino, dos hombres que se enamoran de Daza pero sin llegar ningún tipo de triangulo amoroso, mejor dicho estamos ante dos historias de «amor» que transcurren de forma paralela.

“Ollos de auga” de Domingo Villar es un libro que ha estado en mis estanterías durante años y años, y la verdad es que ya lo había intentando leer en el pasado, sin éxito; sin embargo no ha sido hasta 2020 que me decidí a leerlo y terminarlo. En esta primera novela de Villar se nos presenta al inspector Leo Caldas tratando de resolver un caso de asesinato ocurrido en Illa de Toralla (Ría de Vigo), y como no quiero desvelar nada de esta apasionante novela policíaca, me gustaría recalcar que Villar es capaz de capturar la esencia de la ciudad de Vigo de una manera muy notable.

“O país onde medran os limoeiros” este es uno de mis grandes descubrimientos de 2020, se trata de un ensayo sobre la historia y la importancia de los cítricos en Italia, un viaje por el país transalpino descubriendo las diferentes variedades de plantas y frutas. Este es un ensayo que es muy amable con el lector que no está especializado en este tema, y verdaderamente se puede disfrutar del viaje realizado por Helena Attlee, a la vez que se aprenden algunos datos curiosos e interesantes sobre un tema como este.

Esto ha sido todo, un año cargado de buenas lecturas, y es por ello que se me ocurren al menos otros diez títulos que podrían aparecer en una lista de “veinte libros para 2020”, pero en esta ocasión me parecía que tenía que respetar el formato y quedarme solo con diez.