Me gustaría empezar diciendo que me hace especial ilusión escribir esta entrada, ya que se trata de una reseña de un libro que nunca pensé que leería, y que tras finalizarlo puedo afirmar que ha sido uno de los libros que más he disfrutado en lo que llevamos de 2019. “En el camino” de Jack Kerouc es sin duda alguna una de las obras cumbres de la generación beat, y uno de esos libros que han marcados a varias generaciones de lectores en todo el mundo desde que fuera publicado en el verano del 57.
Esta es una novela de viajes en carretera, locas aventuras viajando de costa a costa por los Estados Unidos de la primera mitad del siglo XX, pero sobretodo es una novela sobre la importancia de la vida y la juventud. Nuestros protagonistas son Sal Paradise (álter ego de Kerouac) y Dean Moriarty (Neal Cassady) dos buenos amigos que comparten una misma filosofía de vida y un gran amor por la música Jazz.
En mi humilde opinión, el éxito de este libro reside en tres pilares fundamentales de la narrativa contemporánea como son: las descripciones, los personajes y los diálogos. Podemos apreciar con todo lujo de detalles tanto la descripción de los lugares, como de todos los tramos del viaje de Sal Paradise, de una forma tan bien narrada que uno tiene la sensación de que también se encuentra haciendo autostop con nuestro narrador. Aunque sea un tópico, tengo que decir que los personajes que nos encontramos “En el camino” parecen tener vida propia, esto se explica porque de los más de cincuenta personajes que aparecen en la novela, la mayoría son personas reales y cercanas al autor, además de todas las personas que conoció durante sus viajes. Sobre los diálogos me gustaría decir que son realmente exquisitos.
En una novela marcada por su inconfundible estilo, son muchos los que se han fijado en los temas tratados para definir a la propia Generación Beat. El tema principal sería la alegría de vivir, este es un libro que contagia el entusiasmo de sus personajes al lector. También es importante el tema de la amistad, al igual que el de las relaciones personales. Otro de los grandes temas sería América y sus paisajes, y el contraste entre la vida en las ciudades y el mundo rural. No podemos dejar de mencionar las fiestas, con el uso de drogas y también una gran libertad sexual, especialmente en el viaje a México al final del libro. Y por último tenemos el tema de la desilusión de la realidad, algo que apreciamos durante todo el libro, ya sea en la relación entre Sal y Marylou o con el hecho de que Dean Moriarty nunca fuera capaz de encontrar a su padre.
A modo de conclusión, me gustaría decir que con este libro pongo fin a una deuda que tenía con la literatura estadounidense en general, y con la Generación Beat en particular; muchas veces se me presentó la oportunidad de leer este libro y por terquedad me negaba a hacerlo, este es un gran error que finalmente he podido corregir a tiempo. Obviamente considero que “En el camino” es uno de esos clásicos modernos que todo el mundo debería leer, su lectura nos llevará a visitar a una América que ya no existe, un estilo de vida poco aconsejable, con personajes con una moralidad discutible, pero también nos llevara a vivir una aventura épica llena de grandes reflexiones sobre la vida.