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King Gizzard & the Lizard Wizard en 10+1 canciones

He decidido dedicarle una entrada a King Gizzard and the Lizard Wizard, y lo quiero hacer antes de que publiquen su nuevo álbum, LW, que podremos escuchar a finales de febrero y será el primero de los tres que el grupo australiano tiene pensado publicar en este 2021. Tengo que reconocer que escuchar toda la discografía de los de Melbourne ha sido todo un placer, y un ejercicio que nos demuestra el buen estado en el que se encuentra la industria discográfica en Australia; sin embargo el tener que seleccionar diez canciones de una banda que tiene diecisiete álbumes de estudio es algo que requiere una escucha activa y más selectiva.

Algunos datos que nos ayudan a comprender la grandeza del grupo liderado por Stu Mackenzie podría ser el hecho de que su carrera está condensada en un periodo de nueve años, y no podemos dejar de mencionar que en 2017 publicaron cinco de sus diecisiete álbumes. Dejando a un lado el tema de su elevada producción artística, y centrándonos en el sonido del grupo, tenemos que enfatizar que su música es mucho más que guitarrazos y distorsiones, hay una mezcla de influencias y estilos que enriquecen su sonido y nos asegura de que nunca sabemos qué nos encontraremos en el próximo disco de King Gizzard and the Lizard Wizard.

Este grupo de Melbourne está formado por seis músicos que se caracterizan por ser capaces de tocar diferentes instrumentos, pero por lo general podemos decir que los integrantes de King Gizzard and The Lizard Wizard son: Ambrose Kenny-Smith teclados, armónica y percusión; Stuart Mackenzie cantante y guitarrista; Joey Walker y Cook Craig guitarristas; Lukas Skinner al bajo y Michael Cavanagh a la batería. Y no me quiero olvidar de Eric Moore, quien ejerció como segundo batería del grupo desde su origen y hasta el 2020, y ahora está totalmente centrado en el proyecto de Flightless Records que es sello que produce los álbumes de King Gizzard y otras bandas de la escena de Melbourne.

Antes de repasar esas canciones que he seleccionado, me gustaría hacer un pequeño análisis de una discografía en la que podemos señalar dos aspectos fundamentales: el primero es la alta producción y otro sería el hecho de que los australianos dedican un tema ya sea sonoro o conceptual a cada uno de sus trabajos discográficos. Como resultado tenemos discos que la gente conecta entre ellos, e incluso hay gente que afirma que todos los álbumes del grupo están conectados. Yo recomiendo “Nonagon Infinity” (2016), “Flying Microtonal Banana” (2017), “Polygondwanaland” (2017) y “K.G.” (2020) como los discos que todo el mundo tiene que escuchar para empezar a disfrutar de la música de este grupo.

Mi lista de diez canciones: como siempre muy personal y siendo consciente de que se han quedado fuera algunas canciones que también son muy interesantes.

«High Hopes Low» de 12 Bar Bruise (2012). Tema perteneciente al álbum debut de King Gizzard and the Lizard Wizard, esta es la típica canción que podemos seleccionar como carta de presentación del grupo, y se trata de un tema que define a la perfección ese sonido que está presente en este primer trabajo musical, pero que también apreciamos en los siguientes álbumes de la banda.

«Head On/Pill» de Float Along – Fill Your Lungs (2013). Canción con la que abre este tercer disco, y que deja una clara declaración de intenciones, además de ser una muestra de la ambición de este grupo australiano que no le tiene miedo ni a la duración de sus canciones, ni a dejarse llevar por la improvisación controlada que pueden tener los músicos que empiezan a componer a través de lo que vaya surgiendo en las sesiones de grabación de un álbum.

«I’m in Your Mind Fuzz» de I’m in Your Mind Fuzz (2014). Con su quinto álbum de estudio podemos afirmar que King Gizzard and the Lizard Wizard inician el proceso de la recogida de diferentes influencias que terminarán enriqueciendo su sonido. También es innegable el cuidado que se pone en la instrumentación de este álbum.

«Bone» de Paper Mâché Dream Balloon (2015). Este es un disco que se caracteriza por el sonido inconfundible de los instrumentos acústicos con los que los integrantes del grupo tuvieron que trabajar para este séptimo álbum. Otra de las curiosidades de Paper Mâché Dream Balloon es que Eric Moore aparece como que no ha tocado ningún instrumento, y con un escueto «nothing» en los créditos del disco.

«Gamma Knife» de Nonagon Infinity (2016). Podemos afirmar que fue en 2016 cuando la cosa se puso seria para los de Melbourne, y con la publicación de este disco consiguieron sus primeros éxitos en las listas de la ARIA (Australian Recording Industry Association) y el Billboard americano. Un reconocimiento al trabajo de este grupo, que viene tras haber conseguido completar un álbum conceptual como es Nonagon Infinity, en el que tenemos nueve canciones en las que el final de unas se difuminan con el principio de las siguientes, y el último tema nos vuelve a llevar al comienzo del álbum.

«Billabong Valley» de Flying Microtonal Banana (2017). En esta ocasión nos encontramos con un grupo de músicos que se encierran en el estudio y deciden que van a experimentar con los microtonos (cada uno de los intervalos musicales menores que un semitono y permite la utilización de más notas), e incluso han modificado sus instrumentos para llegar a esos microtonos. Y se trata de un disco de un nivel tan alto que tras varias escuchas me ha sido imposible seleccionar una canción que destaque por encima del resto; es por ello que me quedo con esta que trata sobre el tema de los forajidos australianos, y en lo sonoro tiene influencias que nos llevan hasta las costas de la península de Anatolia. Además en esta ocasión podemos escuchar a Ambrose como la voz principal.

«The Lord of Lightning» de Murder of the Universe (2017). Muchas son las personas que afirman que hay evidencias claras de que este disco y Nonagon infinity (2016) son dos álbumes que comparten el mismo tema conceptual y que están conectados entre ellos; y podemos pensar que si en el estribillo de este tema se canta “Nonagon, nonagon. Nonagon infinity.” esas personas tal vez tienen algo de razón. Un disco imprescindible en el que encontramos joyas como esta, mezcladas con la voz de dos narradores diferentes, que nos van narrando una historia de ciencia ficción utilizando la técnica del spoken word.

«Polygondwanaland» de Polygondwanaland (2017). La canción que da título al duodécimo trabajo discográfico de los aussie nos demuestra que menos es más, y que cuando se tiene todo por su sitio los resultados llegan, y en este caso con un disco redondo en el que encontramos temazos como este.

«Venusian 1» de Infest the Rats’ Nest (2019). Con este disco he tenido un pequeño dilema, y es que «Venusian 1» no es la mejor canción que podemos escuchar en Infest the Rats’ Nest; sin embargo esta es la canción que da inicio a la parte final del álbum, y es la que nos lleva al final de la historia que con una temática claramente ecologista podemos escuchar en este álbum desde el principio hasta el final del mismo. Además este disco supone la primera aproximación a un sonido más potente como es el del thrash metal.

«Oddlife» de K.G. (2020). En esta segunda aventura explorando todas las opciones que ofrecen los microtonos el grupo de Stu Mackenzie nos han deleitado con un disco que está lleno de grandes temas, pero del que podemos rescatar este “Oddlife”, marcado por un sonido dominado por la percusión y en el que nos lleva de vuelta a Flying Microtonal Banana (2017).

Y un extra, que en esta ocasión corresponde al último single del próximo álbum L.W. (2021), que lleva por título «O.N.E.«, y del que podemos decir que es una especie de continuación del álbum lanzado en 2020, además de ser un nuevo acercamiento a los microtomos, y un disco que será el primero de los tres que los australianos han prometido sacar en este 2021.

Para finalizar me gustaría decir que yo descubrí a King Gizzard & the Lizard Wizard a finales de 2019 cuando estaban presentado “Infest the rats’ nest” en la emisora de radio KEXP, y esa primera aproximación fue realmente nefasta; y tengo que confesar que tardé algo más de un año en volver a conectar con este grupo, y fue gracias a un álbum como “K.G.”, que llevó a los australianos a posicionarse en lo más alto de las listas de los mejores álbumes publicados en 2020, y de esta forma me dieron una oportunidad para volver a escuchar su propuesta musical y poder apreciarla como de verdad se merece.

Los discos del 2020

Como siempre este es un repaso muy personal a diez de los mejores álbumes que he podido escuchar durante este 2020, y como siempre hay una mezcla de grupos que todo el mundo conoce y también una oportunidad para incluir grupos jóvenes o menos conocidos.

10 – Moveys de Slow pulp: Siempre he considerado que es bueno que en este tipo de listas aparezcan grupos que has descubierto durante ese año, y es por eso que he querido incluir a este grupo que descubrí gracias a la emisora de radio KEXP, ellos son Slow Pulp y Movies es un álbum debut, y la verdad es que me han conquistado por su sonido y sus canciones que podríamos decir que son como un medio tiempo en donde brilla con luz propia la voz de su cantante. Canciones que hay que tener en cuenta “Montana”, “Falling apart” e “Idaho”.

9 – K.G. de King Gizzard & the Lizard Wizard: No podía faltar una muestra del excelente panorama musical australiano que tantas grandes bandas nos han dado a lo largo de los años. En esta ocasión el país oceánico está representado por un grupo con una dilatada experiencia como son King Gizzard & the Lizard Wizard, y este K.G. que es su decimosexto disco de estudio. En este álbum nos encontramos con toda experimentación que caracteriza al rock psicodélico, y con canciones que funcionan muy bien como pueden ser: “Automation”, “Honey” y “Ontology”.

8 – Straight Songs of Sorrow de Mark Lanegan: Tampoco puede faltar Lanegan, quien nos ha malacostumbrado a disfrutar de un nuevo álbum cada año. Siendo justo tengo que decir que este “Straight Songs of Sorrow” me gusta menos que “Somebody’s Knocking” (2019), sin embargo me parece que es un disco con una gran calidad y que presenta temas muy interesantes como pueden ser “I Wouldn’t Want to Say”, “Bleed All Over” y “Burying Ground”. También me gustaría comentar que este álbum fue elegido como el segundo mejor disco del año en la lista que Fernando Navarro ha elaborado para El País.

7 – Ultra Mono de IDLES: Mi descubrimiento musical de 2019 fue este grupo de Bristol, pero teniendo en cuenta que su anterior disco lo habían lanzado al mercado en 2018 me fue imposible mencionarlos en ninguna entrada. En esta tercera entrega nos encontramos con el mismo espíritu presente en sus anteriores álbumes, muchas guitarras, canciones con mensaje, pero más maduros y con una producción más pulida. Sobra decir que este es un disco que uno ha de escuchar desde el principio hasta el final, pero si tuviera que seleccionar tres temas como carta de presentación esos serían: “Mr. Motivator”, “A Hymn” y “Kill Them With Kindness” tema que incluye el piano de Jamie Cullum.

6 – I am not a Dog on a Chain de Morrissey: Qué podemos decir sobre Morrissey que no se haya dicho ya, pues realmente estamos ante un cantante que parece sacado de otra época y que mantiene una carrera como solista gracias a su increíble voz y su ingenio como compositor. Puede que este álbum de Morrissey no aporte nada novedoso al panorama musical, pero no podemos negar que Morrissey es un artista que arrastra a muchos fans a sus conciertos, y es en el directo donde canciones como “Love Is on Its Way Out”, “Once I Saw the River Clean” y “Bobby, Don’t You Think They Know?” brillarán con luz propia.

5 – Gigaton de Pearl Jam: Los de Seattle se han quitado más de quince años de encima con un disco que recuerda a sus grandes trabajos discográficos de los noventas, y en el que se demuestra que una producción más sencilla también puede ser todo un acierto, esto es algo que podemos apreciar con las canciones de este disco que suenan como si realmente fueran parte de un conjunto que es el álbum. Teniendo esto en cuenta es bastante complicado escoger tres canciones que destaquen entre las que forman el discos, pero yo me quedo con estas tres que son de las que más he escuchado últimamente: “Who ever said”, “Comes then goes” y “Alright”.

4 – Fetch the Bolt Cutters de Fiona Apple: No voy a negar que me esperaba un disco totalmente diferente al que nos presentó Fiona Apple durante la pasada primavera, y aunque la percusión haya ganado presencia no podemos negar que el piano también es un instrumento protagonista en el quinto trabajo discográfico de la cantante neoyorkina. Diferentes publicaciones han considerado que Fetch the Bolt Cutters es el mejor álbum del año, y es algo que me ha sorprendido porque Apple nunca ha sido una artista que haya gozado de la simpatía de la crítica, pero siendo justos con temas como “I Want You to Love Me”, “Shameika” y “For Her” tenemos que entender que este álbum sea uno de los más destacados de este 2020.

3 – Lianne La Havas de Lianne La Havas: Como todos sabemos en la carrera de un grupo o solista que está empezando hay varios pasos que son cruciales a la hora de saber que tipo de carrera le espera en el futuro, y uno de esos pasos es el siempre complicado tercer álbum, ese que consolida una carrera discográfica, y que en este caso nos deja a Lianne La Havas como una de esas voces a tener en cuenta en los próximos años. De este álbum que lleva el nombre de la cantante británica hay varios temas que me han llamado más la atención como son “Can’t Fight”, “Please don’t make me cry” y “Courage”.

2 – Ekhidna de Hedvig Mollestad: Si algo me gusta de los grupos que poca gente conoce es ver que son excelentes músicos y sus interpretaciones son algo que uno puede recomendar sin miedo a equivocarse, eso me ha sucedido con este grupo instrumental formado en la pequeña localidad noruega de Ålesund. El dominio que tiene Hedvig Mollestad de su guitarra es algo poco común en estos tiempos, pero esto supone que su propuesta musical sea tan apreciada dentro de ese ambiente de fusión entre el jazz progresivo y el rock. Sería injusto no mencionar a los otros músicos que han hecho posible este Ekhidna, a la batería Torstein Lofthus, el percusionista Ole Mofjell, teclados para Marte Eberson y Erlend Slettevoll y Susana Santos Silva a la trompeta. Tres temas que son muy recomendables: “Antilone”, “One leave left” y “Ekhidna”. Y aquí dejo un link a un concierto de Hedvig Mollestad para que todos podamos apreciar el gran talento de Mollestand como guitarrista, mientras la vemos tocando con el arco de un violín, y porque en algunas ocasiones la música también es necesario verla para poder sentirla.

1 – Song for our daughter de Laura Marling: Tengo que confesar que fue tras finalizar la primera escucha de este séptimo álbum de Laura Marling cuando fui plenamente consciente de que este sería el mejor disco el año, una sensación que fue creciendo con cada nueva escucha, pero que se consolidó cuando pude escuchar su superlativa actuación en las BBC Proms, actuación en la que la cantante inglesa, acompañada por un conjunto de cuerdas, fue capaz de llenar con su música todo un desierto Royal Albert Hall. El disco es una auténtica maravilla que demuestra la obra de una joven artista, Marling cumplirá treinta y un años en Febrero, que está en constante crecimiento, un proceso de mejora que podemos apreciar en cada uno de sus anteriores álbumes. De este Song for our daughters me quedo con las siguientes canciones: “Strange Girl”, “Fortune” y “For you”.

Gigaton de Pearl Jam

Gigaton de Pearl Jam es un disco que se publicó a principios de año, el veintisiete de marzo, y que era muy esperado tanto por los fans de toda la vida, como aquellos que descubrieron a los de Seattle con sus últimos trabajos discográficos. En este nuevo álbum de Pearl Jam encontraremos un sonido reconocible y un comienzo potente con el que dejan claro desde el principio lo que nos vamos a encontrar en este disco.

Tengo que decir que este es un sonido que difícilmente podrá pasar de moda, y que nuevamente demuestra que Pearl Jam eran el grupo más interesante, musicalmente hablando, de todos los nacidos en la escena grunge de los noventa.

En este disco también podemos apreciar una apuesta por un estilo más actual, pero sin renunciar a esas letras cargadas de mensajes que siempre hemos podido escuchar en los discos del grupo liderado por Eddie Vedder, un Vedder por el que parece que no pasa el tiempo y canta de una manera realmente increíble.

Son muchos los que han comentado que Gigaton es tal vez el mejor trabajo discográfico de los de Seattle desde que en 1998 publicasen su celebrado álbum Yield, y tengo que decir que tras varias escuchas he notado que en esta ocasión tenemos esa continuidad que ha faltado en los discos más recientes. A pesar de ello hay varias canciones que me gustaría destacar:

Empezando por “Never destination” canción que alberga ese sonido tan característico de Pearl Jam, y en la que podemos encontrar uno de esos solos de guitarra que tan bien ejecuta Mike McCready.

Y seguimo con “Retrograde”, todos sabemos de la preocupación por la conservación del planeta que Pearl Jam han demostrado en el pasado, el ecologismo es un tema presente en su discografía que no es de extrañar que canciones como esta sean tan especiales, un medio tiempo en la que los teclados son protagonistas.

Y es en “Dance of the clairvoyants” donde Jeff Ament y Matt Cameron demuestran que han formado una de esas secciones rítmicas que es capaz de crear canciones en las que el bajo y la batería pueden ser los instrumentos principales. Además los riff de guitarra vienen y van, mientras acompañan a la voz de Eddi Vedder que canta una de esas canciones en las que nos deja varias muestras de todo su ingenio como letrista.

Pero es en “Comes then goes” cuando los sentimientos por la pérdida de un gran amigo salen a relucir, la amistad entre Eddie Vedder y Chris Cornell era algo conocido, y no estoy hablando de ese reconocimiento mutuo de dos grandes cantantes, sino de una amistad verdadera a la que le faltaba este precioso tributo tras el fallecimiento de Cornell en 2017.

Y por último destacar una canción que corre el riesgo de pasar desapercibida, me refiero a “Who ever said”, que es la encargada de abrir este excelente álbum. De este tema me quedo con esa perfecta combinación entre Stone Gossard y Mike McCready, dos excelentes guitarristas que se complementan y es algo que sólo puede lograrse con el paso de los años.

No lo niego, Gigaton es uno de los mejores álbumes de este año, y me alegra haberlo escuchado en profundidad, ya que de esta forma uno puede apreciar que este es un disco que ha nacido con el propósito de ser escuchado de principio a fin, sin bajar el nivel en ningún momento, y en el que Pearl Jam vuelven a demostrar que son uno de los mejores grupos de su generación.

The Doors en 10 canciones

Uno de esos recuerdos que tengo grabados en mi memoria es el momento exacto en el que descubrí al grupo liderado por Jim Morrison, y no porque se trate de un momento revelador que me cambió la vida, sino que fue algo totalmente inesperado y gracias a una reposición de las noticias de la noche que estaban poniendo de madrugada.

En aquel momento los Doors se convirtieron en una referencia, un nombre con el que no volvería a encontrarme hasta pasados varios años. Pero es innegable que ver unas imágenes, en la televisión, de esa fuerza de la naturaleza que era Morrison sobre el escenario sirven para generar un fuerte recuerdo que aún perdura.

El primer disco que compré de los Doors fue “Strange Days”, su segundo álbum, y el cual encontré en un cesto que había en aquella maravillosa tienda de discos que se encontraba en el centro de la ciudad. El disco costaba diez euros así que a pesar de que yo no conocía muy bien al grupo, no lo dude ni un segundo y me lo llevé para casa. Sobra decir que durante meses lo estuve escuchando a todas horas.

De esta forma nació mi amor por un grupo en el que había tres tipos que eran unos músicos excelentes y estaban acompañados por una voz que seguirá fascinando a todos aquellos que escuchen sus canciones. Es por ello que hoy dedico una entrada a repasar diez temas de este grupo californiano.

Y como no puede ser de otra forma me gustaría empezar por una canción de su primer trabajo discográfico como es “Take it as it comes” de su álbum homónimo. Una canción de dos minutos y trece segundos que en principio queda solapada por todas esas canciones más conocidas de este gran debut, pero que es el contrapunto perfecto para llegar a ese final del álbum tan espectacular que es “The end”; en otras palabras un tema tan brillante como infravalorado.

En “People are strange” somos testigo de ese gran talento del grupo para hacer canciones maravillosas de menos de tres minutos, algo que se repite a lo largo de su carrera, canciones como ésta son un claro ejemplo de que muchas veces menos es más. Cosas a destacar, los pianos de Ray Manzarek y la letra.

Con “Easy ride” de The Soft Parade nos encontramos la versión más bailonga y alegre de los Doors, una canción que es un perfecto reflejo de aquellos tiempos en los que el disco fue publicado, en el verano del 69.

Teniendo en cuenta que Waiting for the sun es mi disco favorito del grupo, es obvio pensar que una canción como “Love street” no podía faltar. Nuevamente menos de tres minutos de una maravillosa canción, que a pesar de su simpleza es altamente recomendable, un ritmo suave y pausado que le sirve a Morrison para plasmar en esta preciosa balada un poema inspirado por los hippies californianos.

Aún recuerdo la primera vez que escuché “Queen of the highway”, y me di cuenta de que la voz de Morrison estaba perfectamente acompañada por una banda de grandes músicos, y es realmente cautivador escuchar como la guitarra de Robby Krieger se va entrelazando con el piano de Ray Manzarek, y todo supervisado por la siempre precisa batería de John Densmore.

Como muchos ya sabréis L.A. Woman fue el último álbum publicado por The Doors con Jim Morrison como vocalista, antes de su fallecimiento en Julio de 1971. Lo fácil en esta ocasión sería quedarse con el tema que da nombre a este álbum, pero también es igual de cierto que “Riders on the storm” es una opción igual de valida y muy recomendable.

Si antes comentaba lo gran guitarrista que me parece Robby Krieger, es obvio pensar que una canción como “Spanish caravan” tiene que estar presente en esta selección tan personal. La canción es una maravilla y la letra digna de estudio, pero es igual de innegable que el absoluto protagonista de este tema es Krieger.

Break on through (to the other side)”. Si algo define la carrera discográfica The Doors es que fueron un grupo fugaz que en apenas cuatro años publicaron 6 discos, un éxito meteórico construido gracias a temazos como éste, en el que nos demuestran que este grupo era una auténtica fuerza de la naturaleza.

Moonlight drive” canción que podemos encontrar en el segundo álbum de los Doors, y fue una de esas primeras canciones que me ayudaron a definir mis gustos musicales. Dominada por el sonido de la guitarra y la desgarradora voz de Jim Morrison, uno siente que se puede perder en esta canción.

Y para terminar “Roadhouse blues” tema que bien podría servir como tarjeta de presentación para todas aquellas personas que aún no han sucumbido a los encantos de esta banda. Es difícil decir si esta es la mejor canción de The Doors, pero es cierto que en ella encontramos la esencia del grupo en una interpretación superlativa.

Como se puede ver en esta ocasión no he seleccionado las diez mejores canciones de The Doors, sino que se trata de una selección más personal en la que he incluido temas que nunca me cansaré de escuchar.

David Bowie en 10 canciones

Uno de los principales propósitos de este blog era el de dedicarle una entrada a modo de homenaje a David Bowie, quien aún a día de hoy sigue siendo uno de mis héroes musicales, pero he de reconocer mis dificultades a la hora de ponerme a escribir una entrada sobre su música y carrera.

Como muchos sabréis David Bowie es uno de los cantantes más celebrados de la música británica, y sus canciones siguen estando muy presentes a día de hoy, es como si su presencia ahora que no está entre nosotros fuese todavía muy grande.

Siempre un paso por delante, su carrera refleja muchos de los cambios artísticos y culturales de la sociedad occidental. Más de cincuenta años en el mundo de la música dan para mucho, y es por eso que en su discografía podemos encontrarnos con un gran crisol de estilos marcados por esa inquietud a la hora de mantenerse relevante.

Otra cosa que me gustaría comentar es el hecho de que aún a día de hoy me es imposible escuchar “Blackstar”, disco publicado en 2016 y que es el último de los álbumes publicados por Bowie en vida y poco antes de su muerte.

Para empezar este personal repaso por la carrera del genial cantante nacido en Brixton (Londres), me gustaría seleccionar un tema de uno de sus últimos trabajos discográficos, y que además de ser la primera canción de dicho álbum es la canción que le da título, “The Next Day”. Tengo que decir que este es uno de los discos de Bowie que más me gustan y seleccionar una única canción me ha supuesto un gran reto, pues otros temas como “Dirty Boys” y “Boss of me” también podrían haber aparecido en esta lista.

Obviamente no podía faltar “Space Oddity” que es uno de sus temas más populares, y que nos sirve para reflejar ese ímpetu por triunfar de un David Bowie que con veintidós años era capaz de firmar letras como esta. Todos hemos escuchado la historia de la mala acogida del debut discográfico de Bowie, pero hemos de reconocerle su determinación por triunfar ya desde el principio de su carrera.

Como ya sabréis uno de los catalizadores creativos de David Bowie fue su guitarrista Mick Ronson, quien unirá sus caminos con el cantante en 1970 en el álbum “The man who sold the world”. Pero siendo justos hemos de decir que no fue hasta 1971 y gracias a un álbum extraordinario como “Hunky Dory” que pudimos empezar a ver todo lo que estos dos grandes genios podían hacer juntos, y es por ello que me gustaría incluir el tema “Oh! You Pretty Things” como una muestra de todo ello.

Reconociendo abiertamente que “The rise and fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars” es uno de los discos más preciados de mi colección, y a pesar de que podría parecer una tarea casi imposible seleccionar dos canciones de este álbum, he de decir que yo lo tengo bastante claro. La primera de ellas es “Moonage Daydream”, porque siendo la tercera canción del álbum es la primera con esa potencia instrumental tan típica de la década de los setenta.

Y el segundo tema que me gustaría destacar del quinto álbum de estudio de Bowie es “Ziggy Stardust”, ese alter ego que acompañó al inglés desde 1972 hasta 1973, una etapa que se cerraría con el fin de la colaboración musical entre David Bowie y Mick Ronson, pero una etapa que nos ha dejado dos de los mejores discos de la historia de la música popular.

Canciones como “Lady Grinning Soul”, que ponen el punto final a un disco como “Aladdin Sane” tienen el poder de hacer que la persona que está escuchando sienta la necesidad de volver a escuchar otra vez el disco, para volver a reencontrarse con esta canción al final. Y me gustaría decir que tras pensarlo mucho llegué a la conclusión que “Lady Grinning Soul” es mi canción favorita de Bowie.

También de “Aladdin Sane” hay canciones que tienen una fuerza que las hace destacar, y entre ellas “The Jean Genie” es una de las que más me gustan, nada puede superar esa combinación de la guitarra y la armónica en la parte instrumental.

Hemos de tener muy presente que Bowie era un intérprete total, quiero decir, uno de esos pocos cantantes que pueden adueñarse de una canción que previamente haya cantado otro, y como muestra he escogido “Sorrow” que apareció en un álbum de versiones publicado en 1973 y lleva por título “Pin Ups”.

De la parte más bailonga u ochentera, muchos podrían haber elegido la mítica colaboración con Queen; pero he de decir que yo prefiero quedarme con “Modern Love” que podemos encontrar en el disco “Let’s Dance” de 1983, ya que el sonido del saxofón me fascina. Es cierto que esta etapa es de la más desconocida de Bowie, pero también lo es que si buceamos entre las canciones de esta época podemos encontrarnos muchos tesoros como esta canción.

Y para terminar nada mejor que hacerlo con “Heroes” una canción de la que no hace falta decir gran cosa, porque de verdad que es una auténtica maravilla que todo el mundo debería de escuchar, por su mensaje, pero sobre todo por la increíble interpretación de un Bowie que fue capaz de reinventarse, pero siempre manteniendo un gran nivel tanto en lo vocal como a la hora de escribir letras tan maravillosas como esta.

Song for our daughter de Laura Marling

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Cada vez que Laura Marling publica un nuevo álbum siento que estamos presenciando la evolución de una artista que se encuentra en una etapa de continuo progreso, y de la que aún desconocemos todo su potencial. Además de que con cada álbum tenemos la oportunidad de descubrir nuevas canciones de una de las grandes cantautoras de nuestro tiempo.

Con treinta años, Marling, ya ha conseguido hacerse un nombre en la industria musical británica, incluso ha recibido un Brit award que la distinguía como una de las mejores voces femeninas de la música británica. Y con siete discos en el mercado en tan solo doce años, podríamos decir que la hemos visto crecer a lo largo de estos años.

Sin embargo he de confesar que no esperaba que la de Berkshire fuera a publicar nuevo material este año, y mucho menos en las actuales condiciones en las que nos encontramos. Así que me quedé muy sorprendido cuando la semana pasada se publicó en las redes sociales de la cantante, que Laura Marling había tomado la decisión de adelantar la salida del álbum, y así poner el álbum a disposición de todos sus seguidores y fans.

Song for our daughter es uno de esos discos que a pesar de mantener ese sonido que siempre ha caracterizado la música de Laura Marling, ha incorporado nuevos matices que lo convierten en algo diferente. Idea que la cantante ha expresado en una de sus más recientes entrevistas, en la que declaraba que “corría el riesgo de terminar aburriéndose”, la solución fue centrarse en buscar aquellas emociones y sentimientos que nacen de las canciones.

Teniendo todo esto en cuenta, podemos decir que este nuevo trabajo discográfico parece estar enfocado a destacar el sonido de la guitarra que convive en perfecta armonía con la voz, y es por ello que el papel de los coros es tan importante durante los diez temas que forman parte de este álbum. Pero es algo que apreciamos, especialmente, en canciones como “Hope we meet again” o “Blow by blow”.

Sin embargo en “Held down” o “Strange girl” nos reencontramos con dos temas que bien podrían haber sido incluidos en el anterior álbum publicado en 2017, en donde apreciamos unas melodías llenas de diferentes sonidos e instrumentos que enriquecen de matices esta primera parte del disco.

Un tema recurrente, y que ya está presente en el propio título de este disco, es el de las lecciones que una madre a de compartir con su hija, además de guiarla para enseñarle lo que significa ser una mujer en esta sociedad; y lo vemos en la canción que da título al álbum “Song for our daughter”.

Pero no podría dejar pasar la ocasión para señalar cuáles son las canciones que más me han gustado después de haber estado escuchando este disco durante toda la mañana. La primera que me ha llamado la atención es “Fortune” un tema que me ha conquistado por su simpleza. Algo similar ocurre con “Only the strong”, pero con la diferencia de que a este tema llegamos tras tres canciones con un sonido «más potente» que contrasta con este más intimista.

En definitiva un gran disco para una Laura Marling que nuevamente ha sabido capturar su mundo interior en un álbum, que también nos recuerda que su dominio de la guitarra le permite crear canciones que se pueden defender perfectamente sin mucho más acompañamiento que el de su voz. He de confesar que me considero incapaz para decir si este disco es mejor que los anteriores, así que sólo puedo recomendárselo a todo el mundo, porque de verdad estoy seguro de que “Song for our daughter” es uno de los mejores discos que he escuchado últimamente.

Fiona Apple en 10 canciones

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Con motivo del esperado lanzamiento del quinto álbum de estudio de la cantante estadounidense, que está previsto vea la luz el próximo diecisiete de Abril, he decidido dedicarle una entrada en el blog. El disco que llevará por nombre “Fetch the Bolt Cutters” es un disco que los fans de la cantante neoyorquina llevaban muchos años esperando, pues ya han pasado casi ocho años desde el lanzamiento de su anterior trabajo discográfico. Una buena noticia, a pesar de que a última hora la discográfica encargada de su distribución le propuso a Apple retrasar el lanzamiento hasta Octubre (esperando más repercusión y un mayor beneficio económico), recomendación que la cantante decidió no seguir y publicarlo igualmente durante este mes.

Personalmente llevo escuchando la música de Fiona Apple desde hace más de doce años, y recuerdo muy bien el momento en que descubrí a esta cantante, que desde aquel día y hasta ahora sigue siendo una de mis favoritas. Fiona Apple siempre ha estado asociada a un tipo de música de autor e independiente de las modas y las tendencias, más cerca de unas canciones con mensaje y en el que la artista decide plasmar toda su sensibilidad de manera creativa.

Criminal” (Tidal, 1996). La verdad es que no se me ocurre una mejor manera para empezar esta lista, ya que este tema es el más conocido de todos los que componen la discografía de Fiona Apple. Un éxito que le llegó cuando aún tenía dieciocho años, y en cierta forma funcionaba como tarjeta de presentación para todas las personas que se acercaban a su música por primera vez.

Sullen girl” (Tidal, 1996). Sin embargo en este primer álbum podemos encontrar otros temas que reflejan más ese carácter intimista de la música de la cantante nacida en Manhattan; y teniendo en cuenta que la vida de Fiona no ha sido nada fácil, es normal que sea en este tipo de composiciones en donde nos encontremos ese torbellino de sentimientos y emociones.

The way things are” (When the Pawn…, 1999). Del segundo álbum de la estadounidense hay varias canciones que también han gozado de cierta repercusión, aunque hay que decir que este álbum no tuvo el impacto de su predecesor. Sin embargo dejando de lado esos singles que sonaban en las radios a finales de los 90’s, podemos encontrarnos algunas joyitas como este tema.

A mistake” (When the Pawn…, 1999). Algo similar ocurre con esta canción que ha pasado más desapercibida; pero en la que vemos una evolución musical en un sonido que ha ganado en intensidad y que servirá para establecer ese sonido reconocible que también podemos encontrar en el tercer álbum de Fiona.

Get him back” (Extraordinary machine, 2005). Y llegamos al que es mi disco favorito. Un tercer álbum en el que podemos ver a una compositora con toda la confianza del mundo en su proyecto y en lo que está haciendo. Cuando la música acompaña, de esta manera, a la voz de una intérprete es resultado es insuperable.

Better version of me” (Extraordinary machine, 2005). Seguimos con otro de esos temas que a pesar de no haber sido seleccionado como single, también es una de las canciones que más destacan de este álbum, en el que encontramos muchos temas con un sonido muy marcado por el sonido del piano acompañado de una instrumentación más coral.

Please please please” (Extraordinary machine, 2005). Y en medio de toda esa perfección musical, también hay cabida para canciones más reivindicativas, y con una fuerza e intensidad que volveremos a encontrar en los siguientes trabajos de Fiona Apple. Además una canción que nos sirve para darnos la nota del álbum, porque de verdad que podemos encontrar grandes canciones desde el principio hasta el final.

Daredevil” (The Idler Wheel…, 2012). En este cuarto álbum de estudio podemos apreciar un cambio de estilo, y a pesar de que el piano sigue siendo la piedra angular del sonido de Fiona Apple, ahora se ha sumado una percusión que es muy protagonista.

Werewolf” (The Idler Wheel…, 2012). Esta canción es una de las pocas del disco, que podría haber aparecido en los anteriores trabajos de la cantante neoyorquina y no desentonar. Voz y piano para algo más de tres minutos de canción que irá ganando en intensidad en la parte de los estribillos.

Hot knife” (The Idler Wheel…, 2012). Y me gustaría terminar con la canción de Apple que más me ha sorprendido de todas las que le he escuchado, esta superposición de voces (la de la propia Fiona junto la de su hermana) marcada por una percusión que ayudan a crear una atmósfera muy especial para ponerle el punto final al disco.

I am not a dog on a chain, lo nuevo de Morrissey

Siempre que Morrissey publica una nuevo álbum siento que estamos ante uno de esos grandes acontecimientos musicales, que de verdad nos requiere prestarle toda la atención que se merece, y es por ello que me gusta tomarme un par de días para poder escuchar el disco un par de veces antes de sentarme a compartir mis impresiones.

Tengo que confesar que previamente había escuchado todos los temas publicados antes de la salida del disco, y tras unas muy buenas primeras sensaciones, me gustaría confirmar que el disco es tan bueno como esos tres temas que Morrissey y su discográfica nos habían adelantado.

I am not a dog on a chain” es el undécimo álbum de estudio publicado por el cantante nacido en Manchester en sus más de tres décadas de carrera en solitario, y además es el cuarto disco consecutivo en el que la producción está dirigida por Joe Chiccarelli, una unión que ha mantenido a Morrissey en un alto rendimiento musical del que ahora podemos disfrutar sus resultados.

Es cierto que la producción del álbum es algo que hay que destacar, y podríamos decir que con ella la voz de Morrissey gana mayor protagonismo y brilla con una luz propia, y también es algo de lo que se benefician las letras siempre tan interesantes y reflexivas del cantante mancuniano. En otras palabras la voz y la música están en un equilibrio en el que se puede disfrutar de ambas, y todo suena muy orgánico y natural.

Otra cosa que me ha gustado de este disco, es la aportación de voces femeninas, recurso que ya se había empleado en otras grabaciones, pero que en temas como “Darling, I hug a pillow” y especialmente en “Bobby, don’t you think they know?” llenan de matices las canciones que enriquecen estos temas y se convierten en algo más que en meras aportaciones.

Canciones que me han gustado de este álbum son: “Bobby, don’t you think they know?” con la colaboración de Thelma Houston gran icono del R&B, “Once I saw the river clean”, “The truth about Ruth” y “My hurling days are done”, que a pesar de ser temas muy diferentes guardan la esencia del alma creativa de un Morrissey que sigue estando muy vigente en pleno 2020.

Para concluir, mencionar que la a crítica ha recibido este “I am not a dog on a chaincon los brazos abiertos. Es por ello que me gustaría señalar que este es un disco que continúa la senda positiva que Morrissey ha mantenido en los últimos años, periodo que no es casualidad que haya sido el de la colaboración con grandes productores de la talla de Tony Visconti y del anteriormente mencionado Joe Chiccarelli. Una recomendación que no podía dejar pasar, tanto si ya eres fan de Morrissey como si nunca has escuchado nada de este gran cantante.

KEXP en 10 actuaciones

Siempre que me propongo hacer una entrada de este tipo me encuentro en la difícil situación de tener que elegir entre muchas canciones, pero en esta ocasión la tarea presenta una mayor dificultad, pues estamos hablando de una emisora de Radio a la que tengo gran estima por haberme dado la oportunidad de descubrir a grandes músicos y grupos.

El propósito de la entrada de esta semana es seleccionar diez actuaciones que la propia emisora ha subido a su canal de YouTube, y comentar porque me parece que esas actuaciones se merecen ser escuchadas. Obviamente se trata de un tema muy subjetivo, y en este caso me he permitido el seleccionar grupos o artistas que me gustan o que descubrí gracias a KEXP.

Para quien no lo sepa, KEXP es una emisora de radio estadounidense, de la ciudad de Seattle, y que se caracterizan por su carácter independiente, algo que se refleja en su forma de entender la forma en la que se financian a través de la “ayuda” y donaciones económicas de sus oyentes. Otro de los pilares en los que sustenta la reputación de esta emisora son las actuaciones en directo que realizan en su estudio; algo que con esta entrada intento poner en valor ya que son actuaciones de gran nivel y de artistas con un enorme potencial que de otra forma podrían pasar desapercibidos para el gran público.

La primera actuación de la que os quiero hablar es la de Protoje en 2016, esta fue mi primera aproximación a la música del artista jamaicano, y tengo que decir que me gustó mucho poder escuchar y ver cómo se defendía en directo un músico de un estilo como el reggae, que es algo que yo no escucho habitualmente, pero la verdad que muy bien.

Algo similar me ocurrió con la siguiente actuación. Dream Wife en 2018, una de esas bandas que de no ser por esta emisora tal vez nunca hubiera podido escuchar, ya que estamos hablando de un grupo de corta vida que con apenas un disco en el mercado aún no habían logrado cosechar esos quince minutos de fama que decía Warhol, especialmente si pensamos que estamos ante un grupo con origen islandés.

Sin embargo también podemos encontrarnos con músicos ya consagrados y con una gran carrera a sus espaldas. Uno de esos casos podría ser el de Laura Marling en 2017. La británica es una habitual en KEXP, y he de decir que siempre es especial poder escucharla en este tipo de actuaciones radiofónicas.

Otro ejemplo de la labor que hacen a la hora de traer grandes artistas podría ser la actuación de Neko Case en 2018. Case que con más de veinte discos publicados aparece en el estudio no solo para deleitarnos con su música, sino que también para tener una conversación cercana e intimista con la locutora Cheryl Waters.

Darle una oportunidad a los jóvenes artistas es otra de esas grandes labores desarrollada por todos los profesionales que trabajan en esta radio. Y que sirva como ejemplo la actuación de una artista que tal vez nunca hayáis visto nombrada en otro medio de comunicación, me refiero a Torres, cantante estadounidense que ha publicado cuatro álbumes de estudios en siete años de carrera.

El gran trato con los artistas es algo que está muy presente en KEXP, y esta es una de las razones para que los grupos quieran volver cada vez que se presenta la ocasión para promocionar su nueva música. El ejemplo más obvio que he encontrado es el Portugal. The Man grupo que ha actuado en diversas ocasiones, pero ninguna tan especial como la de julio de 2013 un concierto de cuarenta y seis minutos en los que tocan diez de sus temas más populares.

Y también albergan actuaciones de músicos locales, aunque en este caso se trate de leyendas como Mark Lanegan, que es nacido en una localidad cercana a Seattle. La actuación de Mark Lanegan en 2014 es uno de esos momentos mágicos que tenemos que agradecerle a la radio.

Y como muchos ya sabréis, en Seattle la escena musical es muy potente, porque además de toda su historia también está en contacto con la de la Portland, dos localidades del Noroeste estadounidense bañadas por las aguas del Pacífico en la que siempre podemos encontrar gente con intereses musicales. Un ejemplo de esta gran unión puede ser la actuación de Minden en 2016, los de Oregón se acercaron para tocar cuatro de sus temas, en una actuación que bien podría servir como carta de presentación para todos los que no conocen a este grupo.

KEXP siempre ha sido una de esas emisoras en la que hemos podido encontrar un gran portal para descubrir nuevas músicas, siempre favoreciendo la diversidad cultural y de estilos. Uno de ellos podría ser un estilo tan poco consumido en España como es la Americana, y es por ello que también me gustaría añadir esta actuación de Conor Oberst en 2014.

Y ya para terminar una actuación muy reciente, la de Los Bitchos de esta semana. Tal vez esta actuación pueda resumir todo lo que representa esta emisora, ya que estamos ante un grupo que aún no ha publicado ningún disco, es una banda de cumbia psicodélica, y además sus integrantes (por lo que he podido averiguar) son de diferentes nacionalidades (con dos integrantes uruguayas).

Para concluir, me gustaría recordar que la labor de emisoras como KEXP es realmente importante porque son difusores de cultura y además una gran fuente de entretenimiento, es por ello que os recomiendo que visitéis su web para escuchar sus programas en directo o en Podcast, y también su canal de YouTube.

Mystery Jets en ocho canciones

Con motivo del próximo lanzamiento del séptimo álbum de estudio de este grupo londinense, me gustaría dedicarles una entrada para repasar una carrera que está plagada de grandes canciones. Mystery Jets es uno de los grupos actuales que más me gustan, y a los que tengo gran estima porque han sido capaces de mejorar con cada álbum.

Personalmente tengo las expectativas muy altas con este álbum que verá la luz el tres de abril (aunque se puede escuchar un adelanto en Spotify). Todos los que conocemos un poco la historia de este grupo sabemos que el lanzamiento de este, tan esperado, disco tuvo que ser pospuesto debido a una operación de emergencia a la que se sometió Blaine Harrison en el verano de 2019, es por ello que tal vez todos queremos poder sentarnos a escuchar este “A Billion Heartbeats” desde el principio hasta el final.

Otra noticia que ha salpicado el lanzamiento de este séptimo álbum ha sido la salida del grupo de uno de sus miembros fundadores, el guitarrista y también cantante, William Rees. William se despidió de sus compañeros mediante un post en Instagram y dejando claro que seguirá vinculado a la música.

Dicho esto, ahora sí que podemos repasar todos esos temazos firmados por Mystery Jets:

Y qué mejor forma que empezar esta selección de diez canciones de los Mystery Jets que hacerlo con uno de los temas que encontraremos en el nuevo disco, y que lleva por título “Screwdriver”, esta es una canción que habla sobre los peligros del auge nacionalista que estamos viviendo en Europa.

También me gustaría destacar canciones más antiguas y que forman parte de esos primeros álbumes que vieron la luz a finales de la pasada década. Un buen ejemplo es “Young Love”, que personalmente es el tema con el que descubrí a este grupo, y todo gracias a que en la canción colabora Laura Marling cantando a dueto con William Rees.

Otro de esos temas que ya tienen unos cuantos años es “Serotonin”, tema que da nombre a uno de sus discos más ambiciosos, y que simboliza uno de los puntos de inflexión en la carrera del grupo, y además es una canción que desprende una energía especial.

Tampoco no me quiero olvidar de “Someone Purer” tal vez una de sus mejores canciones a nivel de letras, y también cómo va evolucionando con la incorporación progresiva de todos los instrumentos. Este tema fue escogido como single promocional de su quinto trabajo discográfico, y aunque pasó desapercibido en los charts de los más exitosos, les ayudó a consolidarse como un grupo más conocido llegando a colocar este álbum entre los cuarenta mejores del Reino Unido.

En 2016 aparecía “Midnight’s Mirror” tema en el que volvemos a encontrarnos con William Rees en su faceta como vocalista, y que nos demuestra una evolución en el sonido que se aleja totalmente de todo lo grabado por el grupo hasta la fecha. Un sonido más pesado, y una producción mucho más cuidada que sin duda alguna ayudaron a definir el sonido del grupo.

Otra canción que afianza la idea de que un álbum puede definir la carrera de un grupo, podría ser “Bubblegum”, tema que al igual que el anterior encontrarlos en el sexto álbum de Mystery Jets “Curve of the Earth”. Pero tal vez la diferencia es que en “Bubblegum” apreciamos una estructura más tradicional de una canción pop.

Y no podemos obviar que los orígenes del grupo estaban en la música popular, y en esas cancioncillas alegres como puede ser “Two doors down”, canción de temática relacionada con ese amor juvenil, que es algo muy presente en ese fantástico álbum que era “Twenty One”.

Y para terminar una canción que a pesar de no aparecer en ninguno de los álbumes publicados por el grupo, me parece que merece una mención especial. Me refiero a “The World Is Overtaking Me”, porque es una de esas canciones que cuando escuchas por primera vez puede pasar desapercibida, pero que luego es difícil quitarte de la cabeza.

Esto es todo por mi parte, y teniendo en cuenta lo mucho que me ha impresionado este grupo desde la publicación del anterior álbum, estoy seguro de que “A Billion Heartbeats” será uno de los discos del año.