Archivo por meses: agosto 2019

Reseña: El jilguero de Donna Tartt

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Antes de empezar con esta reseña, me gustaría confesar que “El Jilguero” de Donna Tartt era un libro que a pesar de no tener ni idea de su trama o ambientación siempre lo tenía muy presente, especialmente desde que pude hacerme con un ejemplar propio en las navidades de 2016.

Sabiendo que el libro había sido galardonado con el Premio Pulitzer en el año 2014, y viendo su extensión de más de mil cien páginas, uno puede pensar que se trata de uno de esos tochos que tienen la cualidad de espantar a los lectores; pero con “El Jilguero” ocurre todo lo contrario, y en verdad estamos ante una historia muy popular y querida por lectores de todo el mundo.

En su tercera novela, Donna Tartt se pone en la piel de Theodore Decker, y lo hace llevándonos a una aventura continua que va desde su adolescencia hasta su vida adulta; este es un viaje que realizamos a través de sus penas, desgracias, adiciones, y obsesiones. Pero sobretodo rememorando uno de sus días más tristes, el día en que perdió a su madre en un atentado terrorista del que él pudo escapar con vida.

A pesar de que el protagonista de la novela es Theo Decker, también debemos destacar la importancia capital que juega el cuadro que aparece en la portada de la novela, que es una obra del pintor holandés Carel Fabritius llamada “El jilguero” del año 1654. El cuadro juega un papel muy importante, y además es un motivo recurrente en cada una de las cinco partes en las que se divide este libro; y sin revelar nada podemos decir que este pequeño cuadro es una de las obsesiones que perseguirán a Theo durante gran parte de su vida.

Una de las cosas que más llaman la atención acerca de Donna Tartt es su ética de trabajo, dedicando diez años a cada uno de sus libros, uno es plenamente consciente de la elección de palabras realizadas por la autora tanto a la hora de hacer una descripción, como a la hora de crear esos diálogos en los que parece que sus personajes cobren vida propia. De esta forma uno tiene la sensación de que está disfrutando de la obra de una autora única, que no tiene parangón en el panorama literario actual, y que de verdad puede ser citada como una de las mejores escritoras de su generación.

Volviendo a los personajes, me gustaría citar algunos que me parece que se quedarán conmigo durante los próximos años, estoy hablando de personajes que son clave a la hora del desenvolvimiento de la trama, así que intentaré ser lo más respetuoso posible con la misma. El primero de esos personajes es Pippa, y al igual que el propio Theo, nosotros como lectores sentimos esa fascinación que siente él hacia ella. y todo el misterio que la rodea. Luego está Boris, que es un personaje muy real, al que es imposible no tenerle un cariño especial. Y finalmente estaría Hobie que es realmente entrañable, y sirve como contrapunto a todos los excesos de Theo, una figura muy importante en la vida de nuestro protagonista. No me gustaría olvidarme de la familia Barbour y de Popchyk el perro.

Para concluir tengo que decir que me ha encantado este libro, desde el primer capítulo hasta el último. “El jilguero es un libro de mil ciento cuarenta páginas, que se lee como si de uno de trescientas veinte se tratase; la narración es perfecta en cuanto al lujo de detalles aportados por la autora, y el ritmo que varía a lo largo de la novela, siendo trepidante al comienzo y en el final, o más lento cuando estamos en Las Vegas. También me gustaría decir que tras finalizarlo, he empezado a pensar que este es mi libro favorito de entre todos los que he leído hasta la fecha, ha sido una autentica gozada poder sumergirme en el mundo de Theodore Decker, y vivir todas esas experiencias, y reflexionar acerca de esas preguntas existenciales que tan cuidadosamente ha ido plantando Donna Tartt en las páginas de su novela. Así que no queda otra que recomendar esta lectura a todos y todas los que aún no hayan leído a la escritora nacida en el estado Mississippi, y recordar que el próximo mes de Octubre se estrenará la adaptación cinematográfica de esta novela en la que participa la actriz australiana Nicole Kidman y el ídolo adolescente Ansel Elgort.

 

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Reseña: My autobiography de Alex Ferguson:

Ya hace un par de meses que dí mi palabra para participar en esta singular y divertida propuesta de Deshojando libros para unirme al Reto lector 2019 en el que varias personas tenían asignado un mes del año y una especie de encargo, o mejor dicho de tarea, para que de esta forma cada uno pueda ampliar sus horizontes lectores. Personalmente tengo que decir que nunca dude en participar, ya que en el mes asignado (Agosto – Recuperación mental.) el cometido era leer un libro biográfico o de hechos reales, lo que me permitía terminar de una vez por todas con un libro al que le tenía muchas ganas y además llevaba esperando turno en mi estantería desde 2016.

Es por ello que hoy me gustaría escribir unas líneas sobre un libro muy especial para mí, y uno de esos libros que tampoco reciben toda la atención que merecen, estoy hablando de “Alex Ferguson My Autobiography” publicado en 2014 por Hodder & Stoughton, y que repasa la vida carrera de uno de los nombres propios del deporte en las islas del Reino Unido.

Compuesto por veinticinco capítulos que repasan desde sus comienzos en Escocia, y hasta llegar a ese día tan especial como fue su último partido como entrenador del Manchester United, en este libro nos encontramos con que cada capítulo está dedicado a un protagonista, que por así decirlo también fue de gran importancia en la exitosa carrera de Sir Alex. Además en las últimas páginas se añaden interesantes estadísticas que son muy útiles tanto para consultar como para analizar cada una de las temporadas en las que el escocés estuvo entrenando tanto en su país natal como en Inglaterra.

Si bien esta no es una autobiografía lineal, si no que debido a su estructura se va centrando en ciertos jugadores o adversarios deportivos, uno tiene la sensación al leer este libro de que Ferguson ha tratado de ir desmenuzando cada uno de los detalles que le llevaron a ser el entrenador que más años ha dirigido al Manchester United, tarea que hubiera sido imposible si no hubiera contado con la ayuda de grandes profesionales tanto en su cuerpo técnico como jugadores de primer nivel.

En este viaje por la memoria y los años de gloria, también hay espacio para reflexionar sobre errores y cosas que tal vez hubiera sido mejor realizar de otra manera, algunos fichajes que salieron mal, situaciones delicadas con determinados jugadores que tal vez estaban haciéndole más mal que bien al equipo, o aquella primera renuncia presentada que al final terminó en nada.

Si tenemos que hablar del estilo, algo que en mi humilde opinión, cuando estamos ante una autobiografía no es tan importante; tengo que decir que me parece un estilo directo, sin grandes adornos, pero sobre todo bien estructurado; como he comentado anteriormente, cada capítulo se abre y se cierra para tratar algún aspecto relacionado con algún jugador, así por ejemplo tenemos un capítulo dedicado a Cristinao Ronaldo y como ellos supieron ver sus cualidades y hacer que Ronaldo pudiera dar lo mejor de sí mismo en cada entrenamiento y partido, o también como era su relación con Wenger y Mourinho.

Para concluir decir que este es un libro que yo le recomiendo a todo el mundo, pero especialmente a esas personas que les gusta el fútbol y el deporte, ya que en esta autobiografía comparte varias de sus claves para triunfar ya no sólo a nivel deportivo, sino que además a nivel personal.

Érase una vez en Hollywood

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Tengo que empezar diciendo que me ha costado mucho ponerte nombre a esta entrada, y dos de mis opciones favoritas eran: “Charles Manson 0, Tarantino 1” o “Al final ganó el cine”; pero finalmente me he decidido por “Érase una vez en Hollywood”, que es el título con la que se le ha bautizado a la novena película de Quentin Tarantino en España, y es que en verdad estamos ante la carta de amor de Tarantino al cine en general y a Hollywood en particular.

No me gustaría ir de intelectual y decir que «Once Upon a Time in Hollywood» es una película analizando el mundo de las películas, o que se trata de metacine hollywoodiense; no, yo realmente prefiero decir que en esta ocasión en concreto Tarantino ha volcado todo su corazón en lo que más ama, que es el cine, y este es su especial homenaje a todas aquellas horas que pasó trabajando en un videoclub.

También me gustaría comentar algunos aspectos que me han llamado la atención de forma muy positiva, empezando con la música y como ésta es una más de la película, la música que refleja otra época, que refleja estados de animo, que refleja a cada personaje (por ejemplo: cuando Cliff Booth conduce por las calles de Los Angelés, o cuando Sharon Tate llega a un fiesta, y la recibe Cass Eliot, y ella se pone a bailar al ritmo de la música). Por no hablar de la más que acertada elección de actores, que además de ser todos ellos guapísimos, interpretan a la perfección a los personajes “creados” por Tarantino; y aquí quiero destacar una escena de Leonardo DiCaprio que tal vez pueda pasar desapercibida, me refiero a uno de los descansos del rodaje en que participa Rick Dalton, y este se sienta al lado de una pequeña niña actriz que está leyendo una biografía sobre Walt Disney, y durante su conversación esta niña le hace una pregunta a Rick acerca del libro que él está leyendo, entonces él empieza a contar a grandes rasgos la historia de su libro, y nosotros como espectadores podemos ver las similitudes entre el protagonista del libro y el propio Rick que es un actor acabado y que empieza su declive profesional.

Como tampoco me gustaría arruinarle la película a nadie, no voy a decir de que trata esta historia, sólo diré que estamos ante una de esas películas de esas que yo diría que es “muy recomendable”, y cuanto menos se sepa sobre ella, más se disfruta.

Así que para concluir me gustaría decir que he salido muy contento del cien tras ir a ver “Once Upon a Time in Hollywood”, y me parece que hay interpretaciones muy buenas, especialmente la de Brad Pitt; y que realmente espero que de una vez por todas Tarantino pueda llevarse el Oscar a mejor película, porque de verdad sería algo muy merecido, y de justicia, que con una película como ésta pueda unir su nombre “de manera oficial” al de los más grandes directores de la historia del cine.

 

 

 

Tarantino en 5 películas

Con motivo de estreno de la novena película de Quentin Tarantino Once Upon a Time in Hollywood este jueves quince de agosto, he decidido hacer una pequeña selección de mis cinco películas favoritas del genio de Knoxville (Tennessee); pero para dicha selección he tenido que dejar a un lado otros grandes títulos en los que Tarantino sólo ha participado como guionista o productor, estoy hablando de películas inolvidables como pueden ser: “Four Rooms”, “Planet Terror”, “Natural Born Killers” o mi favorita “From Dusk till Dawn”.

Para empezar tenemos Pulp Fiction, segundo largometraje de Tarantino, que vio la luz en el año 1994, y es una de las películas más populares de los últimos veinticinco años. Hablar de “Pulp Fiction” es hacerlo de la obra total de un genio con mayúsculas; y es que esta película, de algo más de dos horas y media, es como un lienzo en la que Tarantino va pintando un homenaje a todas y cada una de sus influencias, y lo hace con una naturalidad que con el paso del tiempo se terminaría convirtiendo en una de sus señas de identidad. Contando con un esplendido elenco, Tarantino tiene a sus disposición un grupo de grandes actores para dar vida a esta loca aventura protagonizada por Vincent Vega y Jules Winnfield, en la que como espectadores sólo podemos dejarnos llevar por esa innata habilidad de Tarantino para contar historias, además de disfrutar de cada una de esas conversaciones que parecen no ir a ninguna parte pero en las que se encierra el corazón de la película. Pero no me gustaría olvidarme de otra de esas señas de identidad como es la música que aparece en sus películas, y aspecto al que un esplendido montador como Tarantino siempre ha prestado mucha atención, pero especialmente en esta ocasión.

No voy a negar que entre Jackie Brown” y “Reservoir Dogs” he dudado un poco de cual debería de estar en este Top 5, pero siendo justo he decido quedarme con la primera de ellas por varios motivos. El primer motivo es que “Jackie Brown” no es sólo una de las película más infravaloradas de la filmografía de Tarantino, sino que es una de las más infravaloradas de las últimas tres décadas. El segundo motivo es el personaje de Jackie Brown, y además la soberbia interpretación de Pam Grier, sencillamente espectacular. En esta adaptación de una novela de Elmore Leonard, que ha sido llamada la película menos violenta de Tarantino, nos adentramos en la vida de una azafata de vuelos que además se dedica a mover el dinero del mafioso Ordell Robbie, hasta que Jackie es arrestada por tráfico de drogas, y para escapar a la cárcel decide colaborar con la policía para descubrir a Ordell, sin embargo Jackie está dispuesta a quedarse con los 500.000 dólares con los que Ordell planeaba retirarse de la mala vida. En esta historia de gangsters se da un triángulo de interpretaciones que merece la pena resaltar, empezando con Samuel L. Jackson dando vida a Ordell, Robert Forster que es el agente de la condicional de Jackie, y como comentaba anteriormente la de Pam Grier.

Kill Bill” que para muchos, siempre será considerada como una única película indivisible; y que de verdad merece la pena ser vista entera, para así sumergirse en esta historia de venganza, que tiene muchas influencias y grandes momentos que todos los amantes del cine difícilmente podrán olvidar. Tengo que decir que “Kill Bill” es una película muy especial para mí, fue mi primera aproximación al cine de Tarantino, y se trata de una película a la que llegue justo en el momento adecuado, lo que me permitió desarrollar una fascinación por el cine que aún mantengo a día de hoy. En estos diez episodios con los que Tarantino subdivide la película, uno va recogiendo pedacitos de información que le ayudan a ir entendiendo el significado completo de la historia, y además de esta forma comprendemos por qué es tan importante que Beatrix Kiddo termine con todos y cada uno de los miembros de el Escuadrón Asesino Víbora Letal antes de volver a reencontrase con Bill para matarlo. Mucho se ha dicho acerca si de verdad “Kill Bill” es una película violenta, pero lo que no podemos negar es el profundo carácter feminista de la cinta, que marcó un antes y un después en la carrera de una Uma Thurman que volvía a trabajar con Tarantino tras haber interpretado el papel de Mia Wallace en “Pulp Fiction”.

Y llegamos a “Malditos Bastardos”, la que es probablemente la mejor película realizada por Tarantino en sus más de treinta años de carrera en la industria cinematográfica; y también es considerada por muchos como su obra maestra, no sólo por la complejidad de la historia contada en la que somos testigos de tres películas que se van desarrollando de forma paralela, sino que además estamos ante una película que reúne grandes interpretaciones merecedoras de un Oscar como pueden ser: la de Christoph Waltz como el coronel Hans Landa, o la de un Brad Pitt que dando vida en la gran pantalla a Aldo Raine también se hubiera merecido un Oscar. Llena de escenas inolvidables que están marcadas por un ritmo trepidante y un suspense que podemos sentir en nuestra propia piel, en “Malditos Bastardos” nos encontramos con un película en la que, por un momento, deseamos que la realidad fuera la que estamos viendo en la pantalla del cine, y es exactamente esta forma de jugar con la realidad y la ficción lo que hace que la película funcione tan bien. En mi humilde opinión esta es la película que hay que ponerle a todas esas personas que afirman que nunca han visto ninguno de los títulos de la filmografía de Tarantino, y es que esta es sin ninguna duda la mejor forma de empezar a adentrarse en su mundo.

Y para terminar tenemos su película más taquillera “Django desencadenado”, una película que además de haber gustado mucho al público general, si no que también ha gustado a la prensa y a los críticos especializados como demuestran sus sendos premios Globos de Oro y Oscar al mejor guion. Un éxito que no sentó nada bien al cineasta neoyorquino Spike Lee, quien decidió aprovechar la oportunidad para criticar que la película no reflejaba de manera exacta el tema de la esclavitud, declaraciones recogidas por varios medios de comunicación tras anunciar que no iría a ver la película. Pero siendo realistas, estas declaraciones están totalmente fuera de lugar, pues en ningún momento se pretende dar una muestra real y exacta de como era la vida de los esclavos en los Estados Unidos, sino que con ese trasfondo contar, nuevamente, una historia de venganza y de desarrollo personal a través de su protagonista, Django. Dejando de lado estas infundadas polémicas, podemos decir que claramente estamos ante una película en la que nuevamente Tarantino construye uno de sus famosos triángulos de grandes actores, algo que repetirá en “Once Upon a Time in Hollywood”, con la contratación de Leonardo DiCaprio para uno de sus mejores papeles en la gran pantalla, con Jamie Foxx bordando a la perfección el papel de Django, y volviendo a contar nuevamente con un Christoph Waltz que volvería a recoger un nuevo Oscar por su aportación como Dr. King Schultz.

A modo de conclusión decir que las películas de Tarantino son muy recomendables para todas las personas que quieran disfrutar de una buena historia, y teniendo en cuenta que su idea es hacer diez largometrajes y retirarse a escribir, me parece que debemos de aprovechar la ocasión y disfrutar estas dos películas que nos quedan. No tengo ninguna duda, y sé que no me equivoco al decir, que Tarantino es el último director de cine que es capaz de llenar salas en todo el mundo sólo y únicamente por su nombre, su fama, y su reputación como uno de los maestros de este noble arte, y espero que todos los que mañana se acerquen al cine para ver “Érase una vez en Hollywood” la disfruten plenamente.

¿Qué está pasando este año en la WSL?

Hoy me gustaría hacer un repaso de como va el mundial de surf; pero a diferencia de las entradas realizadas en el pasado comentando como marchaban las cosas a mitad de temporada tanto en el mundial de categoría masculina como en femenina, este año sólo me centraré en la competición femenina, porque realmente es la única que estoy siguiendo de forma regular y además me parece que este año está realmente emocionante.

Si hay una palabra que podría describir esta temporada del mundial de surf esta sería igualdad, con seis ganadoras distintas en las primeras seis pruebas disputadas desde el mes de Abril hasta la última celebrada a finales de Julio; y con la emoción de mirar la clasificación e encontrarnos que las seis primeras clasificadas están separadas por algo menos de diez mil puntos, o lo que es lo mismo una victoria.

Emoción, igualdad, peros sobre todo regularidad, y todos sabemos que esto puede ser incluso más importante que las victorias. Especialmente viendo los números de Carissa Moore, actual líder del mundial, y que gracias a estar regularmente compitiendo por las victorias le ha ayudado a conseguir unos resultados realmente buenos, en los que como peor resultado nos encontramos dos quintos puestos logrados de manera consecutiva a comienzos de la temporada. Pero si hay que ponerle una pega a Moore es que le ha costado mucho conseguir su primera victoria del año, pero viendo el espectáculo que la hawaiana ofreció en las playas de Sudáfrica podemos pensar que esta será la primera de muchas victorias para la de Oahu.

Quien no ha tenido la temporada que esperaba ha sido la actual campeona del mundo, Stephanie Gilmore, y es que tras un buen inicio de año ganado en las costas de Bali y además logrando un 10 en la final; también ha tenido que lidiar con varias derrotas en los días más decisivos de la temporada, lo que ha impidiendo que la australiana pudiera recuperar una posición destacada en la clasificación. Pero tengo la sensación de que con las cuatro pruebas que nos quedan por disputar, volveremos a ver a Stephanie compitiendo por la victorias, y quien sabe si volviendo a lograr esa tan ansiada licra amarilla que llevan las campeonas.

Como se puede ver Australia y Hawai siempre son protagonistas en el mundillo del surf, al igual que lo es Estados Unidos, pero más si cabe este año en el que todas sus representantes han logrado una victoria. Primero fue Caroline Marks en la prueba inaugural, seguida de Courtney Conlonge en la mítica prueba de Bells BeachBells Beach, y finalmente Lakey Peterson ganando en la costa Oeste de Australia para lograr un triplete de victorias en las seis pruebas disputadas hasta la fecha, y dándose la casualidad de que todas estas victorias fueron logradas en las playas australianas. Pero tampoco ha habido muchas más alegrías para este grupo de surfistas, que seguramente esperan volver a la senda de los buenos resultados en el próximo mes de Septiembre, cuando el mundial de surf visite California para competir en el Surf Ranch de Kelly Slater, evento en el que tanto Caroline, Lakey y Courtney sentirán el apoyo de los fans en esta singular prueba que se disputa en una “piscina de olas”.

También tengo que comentar que me está sorprendiendo gratamente la buena temporada que está realizando la sufista australiana Sally Fitzgibbons, sobretodo si tenemos en cuenta sus malos resultados del año pasado, cuando finalizo en sexta posición y sin ninguna victoria. Pero este año las cosas parecen ser totalmente diferentes, y la de Nueva Gales del Sur marcha en segunda posición al acecho del primer puesto de Carissa Moore, a la que superó para ganar el Oi Rio Pro en Brasil el pasado mes de Junio. Sólo el tiempo dirá si Fitzgibbons podrá lograr su sueño de convertirse en campeona mundial, pero con temporadas como esta se está ganando ser nombrada como una de las mejores surfistas de su generación.

Otros nombres a tener en cuenta son el de la debutante Brisa Hennessy quien fue capaz de encadenar tres buenos resultados tras un mal inicio, y que está realizando una temporada más que digna en este siempre complicado primer año en la élite. Igual de contenta puede estar la hawaiana Malia Manuel, que desde la comodidad que le da su séptimo puesto puede preparar esta segunda parte de la temporada para intentar su primera victoria mundialista.  Mientras que son surfistas como Silvana Lima o Nikki Van Dijk, ambas con gran experiencia y victorias en el WCT, las que más tendrán que trabajar para darle la vuelta a su mala temporada, y es que tanto la brasileña como la australiana no estarían clasificadas para competir en la máxima categoría del surf mundial para la próxima temporada.

A modo de conclusión, recordar que ahora sólo quedan cuatro pruebas por disputarse, primero California, luego parada europea en Francia y Portugal (Supertubos, Peniche), para finalizar otro año más en Hawaii y conocer a la nueva campeona mundial. Como siempre decir que todos los eventos de la WSL se puede seguir totalmente gratis a través de la página web de la organización.

The Jam en 10 canciones

Hoy me gustaría dedicarle una entrada al grupo The Jam, y así repasar algunas de sus canciones más emblemáticas de sus corta pero intensa carrera; en la que en un breve periodo de tiempo, de cinco años, Paul Weller y sus dos compañeros fueron capaces de producir seis álbumes que ya forman parte de la historia de la música en el Reino Unido.

Abanderando el revival mod que surgió durante la segunda mitad de los años setenta, The Jam se caracterizaban porque fueron un grupo mítico capaz de componer canciones que han perdurado en el tiempo al margen de las modas, y además consolidaron un sonido inconfundible durante el estallido punk a ambos lados del atlántico.

Pero si algo define a Paul Weller son esas letras de profundo carácter social que reflejan a la perfección la vida de la gente, con críticas contra el conservadurismo de Margaret Thatcher envueltas en composiciones brillantes, efervescentes y generalmente breves, marcadas por la exquisita voz del de Woking, y ese inconfundible bajo de Bruce Foxton. Además de esa mentalidad abierta y ansias creativas de un Weller que nunca fue muy amigo de encasillase musicalmente hablando, y fue pionero en la combinación de diferentes sonidos: rock, soul y R&B…

Así que como bien dice el título de esta entrada hoy repasamos diez canciones de The Jam que no puedes dejar de escuchar:

Empezando con uno de sus primeros grandes temas “In the city”, publicado en Abril del 77 este fue el primer single lanzado por los de Surrey, y se trata de un canto a la juventud y a la vida en la ciudad con respeto al mundo más rural. No debemos dejar de mencionar que cuando Paul Weller escribió este tema era un adolescente con algo menos de dieciocho años, lo que nos puede dar una muestra de como, ante todo, Weller destacaría a lo largo de los años por su gran habilidad como compositor.

Es eso exactamente lo que vemos, más adelante en 1979, cuando el grupo publicaba su disco más celebrado Setting sons, en donde destaca especialmente una canción que lleva por titulo “Private Hell”; en este tema nuestra protagonista, que es una ama de casa con una vida infeliz, reflexiona sobre como hubiera sido su vida de haber tomado otras decisiones en el pasado. Desgarradora e intensa, esta es una canción que realmente no recibe el reconocimiento que se merece.

Igual de desgarradora es este “Down In The Tube Station At Midnight” que trata un tema, que puede parecer bastante actual, pues relata el ataque de un grupo de skinheads a un padre de familia en el metro.

Las canciones de The Jam no suelen ser, por norma general, de carácter optimista, y eso a pesar de su sonido más calmado y de haber firmado grande baladas como este “Carnation” que es un tema de desamor que nos deja una líneas exquisitas como esta “If you gave me a fresh carnation, I would only crush its tender petals”.

Como hemos visto hasta ahora, las letras muchas veces suelen ser más importante que la música en las canciones de este grupo, pero eso no puede ocultar que estamos hablando de músicos realmente talentosos y capaces de tocar sus instrumentos, como muestra tenemos el siguiente tema “Going Underground” que fue uno de sus sencillos más populares llegando al Número 1 de los charts británicos.

Otro tema que presentan esa carácter irreverente y esa fuerza de la juventud es «‘A’ Bomb in Wardour Street”, que en dos minutos y treinta y siete segundos condensa la total decadencia del movimiento Punk.

De carácter más pausado y con un sonido más acústico es “That’s Entertainment” una de esa canciones que todo fan del grupo aprovecha para deleitarse con la voz, de un Weller que mejora con cada disco en el aspecto vocal de su interpretación.

Y para el final he dejado tres de mis canciones favoritas, todas ellas pertenecientes a su álbum Setting Sons, como por ejemplo esta «Little Boy Soldiers”; una bellista canción que recoge todo los sacrificios que hacen los soldados durante tiempo de guerra y como estas han arruinado la vida de millones jóvenes en vano.

Smithers-Jones” es las más clara muestra de que Weller es uno de los más grandes cronistas de su tiempo, reflejando a la perfección todos los extractos de la sociedad en sus canciones; en esta ocasión poniendo el foco en la desilusión de ser despedido de un empleo en el que has pasado toda la vida y justo cuando parecía que en ese momento empezabas a ser feliz.

Y me he guardado para el final “The Butterfly Collector”, que he confesar que es mi canción favorita, y me parece que resume a la perfección el sonido de The Jam, y además su letra es una auténtica maravilla llena de metáforas e imágenes que son difíciles de olvidar.