Ahora que el final del año se acerca es momento de mirar atrás y repasar esos libros que han marcado esta estación que recientemente hemos despido, en otoño no he leído tanto como me hubiera gustado, pero si tengo que ser sincero han sido meses de descubrir nuevos autores favoritos y eso siempre es algo positivo.
Como se suele decir muchas veces es más importante la calidad que la cantidad, y es en este aspecto con el que me quedo en lo referente a estas lecturas otoñales. Muchas veces no elegimos lo que nos gusta, pero sí que podemos elegir si queremos jugar sobre seguro o arriesgarnos con un autor que nos es desconocido, y es por ello que intentaré repetir esta fórmula que tan buenos resultados me ha dado hasta la fecha.
Narrativa:
Empezamos por orden de lectura, y con uno de esos libros que tal vez no se pueda decir que sea la obra más representativa de su autora, pero que de verdad merece la pena, me refiero a “Silas Marner” de George Eliot (Mary Anne Evans). Lo que me gustaría decir de “Silas Marner” es que este ha sido el libro que me ha animado a leer más obras de Mary Anne Evans, y es que de verdad que uno querría poder vivir en los mundos creados por la fenomenal escritora inglesa y conocer a esos personajes creados en sus novelas.
Algo similar me ocurre con “El profesor” de Charlotte Brontë, y la verdad es que a pesar de que la obra no goza del reconocimiento de las otras novelas publicadas por la de Haworth, uno puede reconocer en un libro como este que estamos ante una escritora muy adelantada a sus época y con unas grandes cualidades para reflejar el mundo en el que vivía y las inquietudes de la gente de su época.
Otra novela que logra reflejar a la perfección las inquietudes de una generación es “La campana de cristal” de Sylvia Plath, esta es una de esas novelas que por los temas tratados y por su carácter semi-autobiográfico perdura en el tiempo; y es que es muy fácil ya no sólo llegar a «verse reflejado» en el personaje de Esther Greenwood sino que sentir una conexión con la historia narrada por Plath conectando de una manera muy intensa con la historia desde el principio hasta el final. Un libro de esos que te atrapan en sus reflexiones.
Después de estas tres novelas me gustaría comentar dos libros de cuentos o relatos, uno de ellos “Mary Ventura y el Noveno Reino” también de Sylvia Plath que es una historia muy recomendable para leer ahora estas fecha navideñas mientras uno pasa la tarde en familia. El otro es “Hombres sin mujeres” de Haruki Murakami, nueve relatos que me han ayudado a descubrir al popular escritor japonés y además me han ayudado a orientarme un poco en su extensa obra literaria en la que destaca tanto como novelista y cuentista.
Poesía:
Empezando por una recopilación de poemas de Emily Brontë que es realmente imprescindible para todos los amantes de la literatura, y es que uno al leer este volumen que recoge todos los poemas de la escritora inglesa se da cuenta de que Emily era ante todo una poeta, y es en este tipo de composición literaria en donde encontramos no sólo su talento sino que además está presente toda su esencia.
Y terminando con uno de los poemarios que Sylvia Plath escribió, pero que nunca pudo ver publicado, me refiero a “Ariel” (1965). Este poemario de apenas cien páginas es una buena forma de acercarse a la otra vertiente de la corta pero intensa carrera de Plath, la obra poética de una autora que de verdad que lo tenía todo para ser considerada como una de las más grandes autoras del pasado siglo.
Cómics:
El denominador común de estos cómics “Matar a un ruiseñor” y “La lotería”, es que ambos están basados en obras muy conocidas de la literatura estadounidense, y esta forma de acercarse a estas historias ha sido realmente enriquecedora para mí; partiendo del hecho de que se trata de dos historias muy conocidas, poder disfrutar de estos dos cómics ha sido de lo mejor de estos últimos tres meses, y es que no es sólo la presentación visual del formato cómics, sino el gran trabajo para convertir esta novela y este cuento en dos cómics demuestra que estamos ante dos obras con una carácter propio y muy recomendables.