“Guerra y paz” de Lev Tolstói no es uno de esos libros que uno lee por mero entretenimiento, sino que se trata de todo un desafió literario de más de mil trescientas páginas, en las que como lectores además de aprender varias y diversas lecciones sobre la vida, también descubriremos acontecimientos históricos claves en la construcción de la Europa que conocemos hoy en día.
Pero quiero aclarar que a pesar de que se puede considerar a este clásico de la literatura Rusa un desafió, la maestría del escritor nacido en Yásnaia Poliana (Rusia) nos deleita con el virtuosismo de su prosa durante toda la obra. Además he de decir que mi experiencia leyendo Guerra y paz durante los meses de Mayo y Junio fue realmente gratificante; y es que teniendo en cuenta que este mastodonte de las letras rusas está compuesto por quince partes y un epílogo la experiencia se hace muy relajada y amena. Sobre todo si tenemos en cuenta que cada parte se divide en pequeños capítulos, lo que facilita esa sensación de que cada día se han leído varios capítulos y que cada vez nos queda un poco menos para la llegar a la conclusión.
Algo a tener en cuenta antes de leer “Guerra y paz” es que durante la novela aparecen muchas partes en francés, e incluso algunas conversaciones en el idioma alemán. Es por ello que tal vez sea recomendable fijarse en si la edición tiene las notas correspondientes todas juntas al final del libro, o si las va incorporando según aparecen en el texto.
Una breve sinopsis de esta obra nos diría que esta es la historia de cuatro familias de la nobleza rusa, los Bezújov, los Bolkonski, los Kuraguin y los Rostov, quienes nos van mostrando como su mundo convulsiona ante la llegada de Napoleón y la La Grande Armée a la capital del imperio Ruso. Y en verdad aquí se encuentra el éxito de la obra de Tolstói, y se trata de esa perfecta mezcla entre los acontecimientos históricos y esos relatos estrictamente ficticios que nos ayudan a comprender plenamente como de traumático fue el hecho aquí relatado.
En este libro en el que aparecen un gran número de personajes, y en el que las tramas se van entrelazando unas con otras, hay algunos temas que resaltar por encima de otros.
El primero de ellos sería la guerra y la sangría que esta deja tanto en el pueblo Ruso como en el ejercito de Napoleón, y todas las penurias e injusticias que sufren los hombres comunes y corrientes que se ven arrastrados a estos conflictos bélicos.
Pero también se tratan temas más espirituales y religiosos, especialmente en los capítulos en los que nos encontramos a personajes como son la princesa María, Pierre a lo largo de toda la novela, y en menor medida con el príncipe Andréi que no se centra tanto en los aspectos religiosos pero sí en la búsqueda del sentido de la vida.
Sin olvidarnos del amor, ese amor que inunda la novela, y que está presente desde el principio de la misma hasta llegar al epílogo final. Pero que destaca, plenamente, en la historia de Natasha con el príncipe Andréi, en la que vemos todas las caras del amor, hasta encontrarnos, ya al final con el amor incondicional.
Y ya por último podríamos destacar el tema de las clases sociales, durante la novela nos encontramos con que nuestros protagonistas son aristócratas que pertenecen a grandes familias, ya sea de Moscú o de San Petersburgo, incluso aparecen como protagonistas dos emperadores como son Napoleón Bonaparte o Alejandro I; pero también nos encontramos con varios personajes que o son criados, o son campesinos (mujiks) que nos sirven para ver como era su forma de vida durante esta época y antes del final de la dinastía Románov.
Sin desvelar grandes aspectos de la trama, me gustaría comentar un par de cosas que me gustaron de esta novela. La primera de ellas es el personaje de Mijaíl Kutúzov, que llega a ser jefe de los ejércitos de la Rusia imperial una vez que Alejandro I decide dar un paso atrás; este es un personaje impresionante que nos presenta todas las contradicciones de la guerra y la parte más estratégica a la hora de preparara cada batalla y como esta afecta tanto al futuro de la nación como al presente del pueblo. La segunda es la historia de amor entre Sonia y Nikolái Rostov, incluyendo también como la llegada de Dólojov y la huida de Moscú afecta a estos personajes a los que uno no puede dejar de coger cariño. Y finalmente me gustaría comentar, lo bien escrita que está la escena de la muerte de Petya Rostov y como su familia, especialmente su madre, se entera de esta terrible noticia; es realmente sobrecogedor leer este pasaje e imposible no emocionarse.
A modo de conclusión me gustaría recomendar a todo el mundo este libro, y también animar a la gente para que le de una oportunidad a todos esos tochos que tienen por casa; libros que como este puede que te echen para atrás por su elevado número de paginas, pero que seguramente encierran grandes historias entre sus páginas. Guerra y paz no es una novela al uso, tiene muchos elementos de no ficción, y en ella se describen hechos reales que todos conocemos, pero a pesar de ello me gustaría citar dos documentales que podrían funcionar muy bien a modo de acompañamiento, el primero sería «Napoleón. La campaña de Rusia«, y el segundo es «Empire of the Tsars: Romanov Russia with Lucy Worsley» que como bien indica su título repasa varios siglos de la historia Rusa a través de sus gobernantes más conocidos.