Uno de los principales propósitos de este blog era el de dedicarle una entrada a modo de homenaje a David Bowie, quien aún a día de hoy sigue siendo uno de mis héroes musicales, pero he de reconocer mis dificultades a la hora de ponerme a escribir una entrada sobre su música y carrera.
Como muchos sabréis David Bowie es uno de los cantantes más celebrados de la música británica, y sus canciones siguen estando muy presentes a día de hoy, es como si su presencia ahora que no está entre nosotros fuese todavía muy grande.
Siempre un paso por delante, su carrera refleja muchos de los cambios artísticos y culturales de la sociedad occidental. Más de cincuenta años en el mundo de la música dan para mucho, y es por eso que en su discografía podemos encontrarnos con un gran crisol de estilos marcados por esa inquietud a la hora de mantenerse relevante.
Otra cosa que me gustaría comentar es el hecho de que aún a día de hoy me es imposible escuchar “Blackstar”, disco publicado en 2016 y que es el último de los álbumes publicados por Bowie en vida y poco antes de su muerte.
Para empezar este personal repaso por la carrera del genial cantante nacido en Brixton (Londres), me gustaría seleccionar un tema de uno de sus últimos trabajos discográficos, y que además de ser la primera canción de dicho álbum es la canción que le da título, “The Next Day”. Tengo que decir que este es uno de los discos de Bowie que más me gustan y seleccionar una única canción me ha supuesto un gran reto, pues otros temas como “Dirty Boys” y “Boss of me” también podrían haber aparecido en esta lista.
Obviamente no podía faltar “Space Oddity” que es uno de sus temas más populares, y que nos sirve para reflejar ese ímpetu por triunfar de un David Bowie que con veintidós años era capaz de firmar letras como esta. Todos hemos escuchado la historia de la mala acogida del debut discográfico de Bowie, pero hemos de reconocerle su determinación por triunfar ya desde el principio de su carrera.
Como ya sabréis uno de los catalizadores creativos de David Bowie fue su guitarrista Mick Ronson, quien unirá sus caminos con el cantante en 1970 en el álbum “The man who sold the world”. Pero siendo justos hemos de decir que no fue hasta 1971 y gracias a un álbum extraordinario como “Hunky Dory” que pudimos empezar a ver todo lo que estos dos grandes genios podían hacer juntos, y es por ello que me gustaría incluir el tema “Oh! You Pretty Things” como una muestra de todo ello.
Reconociendo abiertamente que “The rise and fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars” es uno de los discos más preciados de mi colección, y a pesar de que podría parecer una tarea casi imposible seleccionar dos canciones de este álbum, he de decir que yo lo tengo bastante claro. La primera de ellas es “Moonage Daydream”, porque siendo la tercera canción del álbum es la primera con esa potencia instrumental tan típica de la década de los setenta.
Y el segundo tema que me gustaría destacar del quinto álbum de estudio de Bowie es “Ziggy Stardust”, ese alter ego que acompañó al inglés desde 1972 hasta 1973, una etapa que se cerraría con el fin de la colaboración musical entre David Bowie y Mick Ronson, pero una etapa que nos ha dejado dos de los mejores discos de la historia de la música popular.
Canciones como “Lady Grinning Soul”, que ponen el punto final a un disco como “Aladdin Sane” tienen el poder de hacer que la persona que está escuchando sienta la necesidad de volver a escuchar otra vez el disco, para volver a reencontrarse con esta canción al final. Y me gustaría decir que tras pensarlo mucho llegué a la conclusión que “Lady Grinning Soul” es mi canción favorita de Bowie.
También de “Aladdin Sane” hay canciones que tienen una fuerza que las hace destacar, y entre ellas “The Jean Genie” es una de las que más me gustan, nada puede superar esa combinación de la guitarra y la armónica en la parte instrumental.
Hemos de tener muy presente que Bowie era un intérprete total, quiero decir, uno de esos pocos cantantes que pueden adueñarse de una canción que previamente haya cantado otro, y como muestra he escogido “Sorrow” que apareció en un álbum de versiones publicado en 1973 y lleva por título “Pin Ups”.
De la parte más bailonga u ochentera, muchos podrían haber elegido la mítica colaboración con Queen; pero he de decir que yo prefiero quedarme con “Modern Love” que podemos encontrar en el disco “Let’s Dance” de 1983, ya que el sonido del saxofón me fascina. Es cierto que esta etapa es de la más desconocida de Bowie, pero también lo es que si buceamos entre las canciones de esta época podemos encontrarnos muchos tesoros como esta canción.
Y para terminar nada mejor que hacerlo con “Heroes” una canción de la que no hace falta decir gran cosa, porque de verdad que es una auténtica maravilla que todo el mundo debería de escuchar, por su mensaje, pero sobre todo por la increíble interpretación de un Bowie que fue capaz de reinventarse, pero siempre manteniendo un gran nivel tanto en lo vocal como a la hora de escribir letras tan maravillosas como esta.