Ahora que por fin ya han llegado las borrascas a la península, y también las tan necesarias lluvias por fin empezamos a “disfrutar” de ese verdadero tiempo otoñal que te invita a quedarte en casa viendo una película. Y sobre películas es de lo que me gustaría hablar en esta nueva entrada, pero más específicamente de las dirigidas por el aclamado director de cine estadounidense Wes Anderson.
Wesley Wales Anderson nació en una de las ciudades más importantes del estado sureño de Texas en el año 1969, y en su dilatada carrera que comenzó en el año 1994 ha conseguido ganar 4 premios de la Academia además de haber logrado trece nominaciones. En estos más de veinte años de carrera nos han dejado grandes películas que se han convertido en las favoritas de muchos amantes de ese cine más independiente y alejado de lo comercial.
Pero antes de hablar más en profundidad de sus películas tenemos que hablar del estilo Wes Anderson. Anderson es un director que suele hacer comedias con un toque melancólico, que sirve como contrapunto a muchas de las absurdas situaciones en las que se ven envueltos sus protagonistas. Los temas más frecuentes serían la pérdida de la inocencia, la familia disfuncional y la rivalidad entre hermanos, por nombrar unos cuantos.
Una de las características más llamativas para las personas que están adentrándose en la filmografía de este artista del celuloide, es que le gusta mucho trabajar con actores de su confianza, así que es normal que suelas ver a muchos de ellos interpretando a un nuevo personaje en cada película. Por ejemplo Bill Murray y Owen Wilson ha participado en siete películas, mientras que con cinco y cuatro participaciones tenemos a Jason Schwartzman y a Kumar Pallana respectivamente, y con tres tenemos un empate entre 10 actores entre los que destacan: Willem Dafoe, Jeff Goldblum, Edward Norton, Anjelica Huston o Adrien Brody.
Pero Anderson también pone especial interés en la música que aparece en sus películas, y es que con un gusto muy particular que se fundamenta especialmente en la música de los años sesenta, es comprensible que muchos piensen que sus bandas sonoras son casi tan buenas como la película. Pero si hay algo que no pasa desapercibido en las películas del bueno de Wes, es el uso del color, ya sea en el vestuario o en los objetos que aparecen en pantalla, es imposible no apreciar lo bien que combina una limitada paleta de colores que hasta ahora le ha resultado infalible.
Tengo que decir que de Wes Anderson como director he visto todas sus películas, pero no es algo tan excepcional si tenemos en cuenta que sólo ha dirigido un total de ocho largometrajes. Al igual que tampoco es nada fuera de común que una vez que las hayas visto todas empieces a volver a ver tus títulos favoritos.
Estas son mis cinco recomendaciones.
En quinto lugar tenemos The Darjeeling Limited o también conocida como Viaje a Darjeeling. Esta es la historia de tres hermanos que “deciden” hacer un viaje a la India con la finalidad de volver a reconstruir los puentes de su relación. Durante este viaje nos deleitaremos con una sucesión de paisajes espectaculares y con una historia en la que los hermanos vivirán todo tipo de situaciones que les harán reflexionar sobre su vida y experiencias previas.
Rushmore es el nombre de la academia en donde está ambientada la segunda película de Wes Anderson. En Rushmore se nos cuenta la historia del joven y polifacético Max Fisher quien un buen día se enamora de la persona equivocada y desde ese momento empieza a sufrir una serie de desdichas que harán que termine expulsado de la academia que tanto supone para él. Esta película es muy recomendable para los que no conocen a Wes Anderson.
The Life Aquatic with Steve Zissou es una de esas películas que a pesar de no ser muy popular, merece la pena verla porque es una historia que además de entretener te enseña muchas lecciones sobre la vida. Steve Zissou es un famoso explorador submarino que un día mientras estaba rodando un documental, pierde a su mejor amigo a causa del ataque de un tiburón. Es el hecho de querer cobrarse venganza por la muerte de su amigo, lo que hará que Steve pierda el contacto con la realidad, se distancie de su mujer e incluso ponga en riesgo la vida de los tripulantes del Belafonte.
The Royal Tenenbaums, con los Tenenbaums siempre he tenido esa sensación de que todos hemos visto, tal vez incluso de manera involuntaria, alguna escena de esta película. Esta es tal vez la película en la que se cementa la carrera de Wes Anderson como director. Esta alocada comedia se centra en la familia de genios que forman los Tenenbaums, en la que cada uno de los tres hermanos ha de lidiar con tres diferentes traumas que arrastran del pasado. Mientras que Royal Tenenbaum intentará salvar su matrimonio y recuperar a su familia. No os puedo decir si el bueno de Royal (interpretado por Gene Hackman) conseguirá su objetivo, pero sí que os puedo decir que las risas están aseguradas.
Y en primer lugar tenemos la única película que he visto cuatro veces en el cine, una película que está entre mi tres películas favoritas de todos los tiempos, no es otra que The Grand Budapest Hotel. Y es que quien podría decirnos que una película basada en la vida del conserje de un hotel situado en el centro de Europa pudiera ser tan emocionante; pero estamos hablando de Monsieur Gustave H. quien obviamente es un conserje poco convencional, y su joven ayudante Zero Moustafa quien por causas que no puedo revelar acabará convirtiéndose en el dueño del hotel. Esta es la última producción de Wes Anderson, y ha sido una de sus películas mejor recibida tanto por el público (con una taquilla estimada en 175 millones de dólares) como por la crítica (en 2015 se alzaba con el Óscar al mejor Guion Original). Espero que le deis una oportunidad porque es una película que de verdad merece la pena, no sé yo si para verla cuatro veces, pero al menos para disfrutarla durante una de estas tardes en las que el tiempo otoñal nos invita a quedarnos dentro de casa.
Me encanta el trabajo de este director! Su estética, la fotografía de sus películas, los guiones…todo es impecable! Estoy de acuerdo contigo en lo que respecta al Grand Budapest Hotel. Saludos!
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Hola y muchas gracias por comentar, la verdad es que Grand Budapest Hotel es una pequeña obra de arte hecha película. Me alegra ver que a la gente le gusta porque es una película que está llena de grande momentos, mi favorito la secuencia de la fuga de Gustav de la prisión y que Agatha les enviaba las herramientas para fugarse en el interior de la repostería de Mendel’s.
Saludos y nos leemos!
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Yo la veo como una película llena de pequeñas grandes cosas. Como si el Director la hubiera planeado para que fuera como una caja de chocolates o de macarrones: que cada escena fuera hermosa en sí misma, como cada trufa; y que la película fuera la suma de esa belleza individual y algo más, como la caja de chocolates.
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Gran entrada y muy buenas elecciones. Aunque he de confesar que le tengo mucho aprecio a Fantástico Mr. Fox
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