Ahora que el Night King ya ha sido derrotado y nos queda exactamente la mitad de la temporada para disfrutar del final de Juego de Tronos, me gustaría repasar algunos de mis momentos favoritos de esta octava y última temporada. Pero antes tengo que decir, de forma general, estos tres primeros episodios han sido geniales, con una atención en los detalles muy cuidada, y con constantes menciones a los libros de George R. R. Martin, algo que como fan de la serie de “Canción de hielo y fuego” es algo muy especial.
Me gustaría empezar este repaso con la llegada de Daenerys Targaryen a Winterfell, en el primer episodio. Una llegada espectacular, pues en verdad estamos ante el mayor ejercito que ha visto Westeros en toda su historia; lo que más me ha gustado ha sido el papel de Sansa, ejerciendo de anfitriona, pero de una forma es como si estuviera obligada por las circunstancias, y claramente desde este momento se establece una especie de tensión entre estos dos personajes.
Igual que también hay tensión en algunos de los reencuentros que se dan tanto en el primer episodio como en el segundo, por ejemplo a la llegada de Jaime Lannister; pero por norma general estos reencuentros nos han dejado momentos alegres y cálidos entre algunos personajes. Entre mis favoritos tengo que mencionar el regreso de Theon para proteger a Bran; y el momento en el que Jon, Sam y Edd se vuelven a ver en el patio de Invernalia y lo primero que hacen es recordar a Glenn y Pyp, sus hermanos de la Guardia de la noche caídos en batalla.
Otro de esos momentos que también me ha gustado ha sido el vuelo en dragón de Jon y Dany a través de los paisaje nevados de Islandia, no sólo por los preciosos paisajes del país europeo, sino que además esta es una escena de esas que sirven como confirmación de algo que se conocerá más adelante en el episodio; me refiero al verdadero origen de Jon, pues a pesar de que otras personas fuera de la casa Targaryen han sido capaces de volar en dragón, según Martin estas criaturas pueden reconocer a los que tienen sangre Targaryen.
Relacionado con el origen de Jon, también me gustaría comentar que tanto la escena en la que él descubre que Lyanna y Rhaegar eran sus padres, como cuando Jon se lo cuenta a Daenerys tienen el tono apropiado, y la ambientación que la escena necesitaba. A decir verdad no se me ocurre un lugar mejor que las criptas de Invernalia para estos momentos tan transcendentales para la serie, lugar que justamente ya había aparecido en el primer capitulo de la misma.
Sobre la batalla por Winterfell diré que ha sido el episodio que más me ha gustado de lo que llevamos de temporada. Esas primeras escenas con los Dothrakis cabalgando contra el ejercito de los muertos, o de los Unsullied resistiendo la envestida de los enemigos, nos revelan lo dramático de la situación y lo arriesgado que era el plan previamente trazado. De lo positivo del episodio tengo que destacar ese momento cuando se produce la danza de dragones entre un Viserion que sólo obedece al Night King y los otros dos dragones de Daenerys, o el revelador reencuentro entre Melisandre y Arya. Como muchos ya sabréis Arya fue un personaje fundamental en la lucha contra los caminantes blancos, pues fue ella quien derrotó al Rey de la Noche.
Y finalmente comentar que mi momento favorito corresponde al final del segundo episodio, cuando Jaime nombre caballero a Brienne, y es que realmente pienso que muchos nos pasamos desde la tercera temporada esperando a que llegará este momento.
A modo de conclusión tengo que reconocer que esta temporada me está gustando mucho, y aún no he asimilado que sólo nos quedan tres episodios más para terminar la serie. Así que espero que todos podamos disfrutar de estos episodios y el final esté a la altura.