En estos últimos meses en que todo ha estado marcado por la sombra de la incertidumbre y ese halo de preocupación general por las circunstancias que nos ha tocado vivir, la lectura y los libros han sido el consuelo para muchos, entre los que me incluyo.
A pesar que al principio del confinamiento mi vida lectora no se vio afectada, he de confesar que últimamente sí que he notado que estoy empezando a dejar de hacer las cosas que hacía antes, como por ejemplo ese ejercicio riguroso de leer al menos una hora y media cada noche.
Personalmente también he notado que a pesar de tener un pequeño calendario de lecturas “programadas” para cada mes, me está costando horrores decidirme a leer esos libros previamente seleccionados. Pero sí que me gustaría dejar claro que cada uno de los libros que he logrado terminar ha sido una gran lectura que podría recomendarle a todo el mundo.
Así que la entrada de hoy será para repasar esos siete libros que he disfrutado durante los tres últimos meses.
“Hijas y esposas” de Elizabeth Gaskell. Un libro al que tenía muchas ganas y por fin pude darle una oportunidad. Esta es la última novela publicada por la escritora inglesa Elizabeth Gaskell, y se trata de una historia coral que a pesar de estar inconclusa es lo mejor que he leído de esta autora. En “Hijas y esposas” se nos muestra la relación tan entrañable que Molly Gibson tiene con su padre, pero también hay que destacar la que se establece entre Molly y su hermana Cynthia Kirkpatrick.
“Emma” de Jane Austen. Una de las muchas virtudes de Jane Austen es la de crear personajes que los lectores nunca podrán olvidar y siguen estando vigentes tras el paso de los años. Eso es lo que ocurre con Emma Woodhouse, quien será nuestra narradora en esta ocasión en el que nos veremos arrastrados a una serie de malentendidos y enredos amorosos de esos que tan bien escribía la autora nacida en Steventon, además de reflejar como solo ella sabía la sociedad de su época.
“Arrincando marcos 2020”. Pero si algo no podía faltar en este segundo trimestre del año es un poco de poesía, y en esta ocasión se trata de una selección de poetas gallegos recopilados por la editorial compostelana Edicións Positivas, y en ella encontramos nombres como los de Arancha Nogueira o Tamara Andrés.
“El placer del viajero” de Ian McEwan. Una pequeña novelita de McEwan que para nada puede considerarse una lectura ligera, porque en ella podemos encontrar toda la esencia de este escritor, o lo que es lo mismo temas que hacen pensar y reflexionar al lector y personajes reales. El viaje de esta pareja a Venecia nos dejará con un final realmente impactante, y que hace que este pequeño libro se pueda leer perfectamente en una tarde de verano.
“Normal people” de Sally Rooney. Esta segunda novela de la joven escritora irlandesa refrenda todo su buen trabajo plasmado en su debut literario. En esta ocasión nos narra una historia de amor entre dos jóvenes que se conocen desde la juventud, y nosotros somos testigos de sus idas y venidas a lo largo de varios años en los que las vidas de nuestros protagonistas se van transformando y dejando atrás esa alegría de la juventud.
“Fiesta en la madriguera” de Juan Pablo Villalobos. Un libro de apenas cien páginas que está muy bien, ya que nos cuenta una de esas historia de mafiosos y narcotraficantes, pero de una forma bastante original ya que el punto de vista es el de un niño que es el hijo de uno de estos grandes narcotraficante. Recalcar que es una lectura muy entretenida y recomendable.
“Seda” de Alessandro Baricco. Mi última lectura ha sido todo un descubrimiento de un autor del que me gustaría seguir leyendo más obras de su catálogo. El relato que nos cuenta un fragmento de la vida de Hervé Joncour en la que su vida lo lleva a vivir sucesos extraordinarios como comerciante de gusanos de seda, pero sobre todo es una reflexión sobre la vida misma en la que nuestro protagonista se ve envuelto a lo largo de sus viajes desde Lavilledieu a Japón.