Muchas veces cuando estamos buscando nuestra próxima lectura entre los muchos libros interesantes que queremos leer nos encontramos con libros que nos llaman la atención por su historia, que conectan con nosotros sólo con leer unas pocas líneas de la información que sale en la contraportada; pero otras veces ese libro conecta contigo de otra forma distinta, y esto fue lo que me llevó a acercarme a este libro de Isabel-Cristina Arenas Sepúlveda que se titula “Y eran una sola sombra” y que podéis encontrar publicado por la editorial Candaya.
Este es un libro que recoge una pequeña historia familiar encuadrada dentro de un gran período de tiempo, que para algunos nos acerca a una época desconocida pero en la que encontraremos sentimientos conocidos, ya que los grandes protagonistas de esta novela , Isabel y Alfredo, son personas que no por ser extraordinarias dejan de ser normales y cercanas.
Un libro sobre la memoria y la familia, pero también sobre la pérdida de una madre y una esposa. Y como se puede apreciar este es un libro que recoge en sus páginas, y de una manera muy notable, ese aspecto más centrado en las relaciones humanas, y en primer lugar están las relaciones familiares que la autora nos trae de primera mano al centrar la historia en sus propios abuelos; pero lo hace sin dejar de transmitir lo que estaba ocurriendo en aquella época en Colombia, y esto es algo que también está muy presente en la novela.
Una Colombia que conocemos a través de la fábrica de tabaco y la zapatería, Calzado «El Cisne», dos lugares que son sitios de referencia durante toda la historia, el primero asociado con Isabel, mientras que la zapatería que regenta Alfredo está asociada a toda la familia, y además es un emblemático enclave en el que trascurrirán muchos acontecimientos importantes. Y como no podía de ser de otra manera estos lugares también son mencionados en uno de los pasajes más interesantes del libro, me refiero a la serie de entrevistas que la propia Isabel-Cristina Arenas Sepúlveda realizó con su abuelo entre 2000 y 2006.
Para terminar la entrada me gustaría destacar que hay muchas pequeñas historias que también se han ganado un hueco en este libro, y al hacerlo lo han enriquecido, como la de Octavio y los pájaros, la del Chucho y sus zapatos especiales, o la relación madre hija entre Isabel y Luz que es especialmente emotiva en los últimos capítulos. También señalar que el libro está repleto de testimonios fotográficos que ayudan a que la inmersión en esta historia sea aún mayor, pues de verdad se aprecia que la autora no sólo conoce sobre lo que está escribiendo sino que además quiere que el lector se sienta parte de ella. Y es por ello que quiero recomendar la lectura de este “Y eran una sola sombra” de Isabel-Cristina Arenas Sepúlveda (Candaya, abril 2022) un libro para disfrutar y reflexionar.
Hoy quiero comentar un pequeño libro, que a pesar de su breve extensión sorprenderá a todos los que decidan acercarse a sus páginas y darle una oportunidad. El libro en cuestión se titula “Gato en el camino”, y lo firma el escritor chileno Nicanor Parra, quien fuera distinguido con el Premio Miguel de Cervantes en 2011; este es un cuento que podemos volver a disfrutar gracias a la editorial Libros del Zorro Rojo, quienes pusieron todo su buen hacer y un gran cuidado en los detalles para hacer de la lectura de este libro toda una experiencia que se complementa con las ilustraciones de Joan Casaramona.
De “Gato en el camino” me gustaría mencionar que fue el primer relato que Nicanor Parra publicó, y lo hizo a la temprana edad de veinte años, y fue en la Revista Nueva. Debemos tratar de entender que en 1935 el panorama literario era muy diferente al que tenemos en la actualidad, porque en aquella época las revistas literarias gozaban de gran prestigio, así que conseguir publicar un cuento era un gran éxito para los escritores que estaban empezando.
La historia de la publicación de esta obra es también interesante, así que invito a los interesados a que investiguen qué reacciones suscitó en aquella época un texto que el propio autor definida como <<un anticuento>> y <<que no tenía nada de cuento tradicional>>; y del que ahora podemos decir que es una obra que puede servir como carta de presentación de la rica producción literaria de Parra.
A pesar de que la trama es sencilla, y la historia es realmente breve, podemos decir que en este libro nos vamos a encontrar con un gato que es abandonado por todos aquellos que se cruzan en su camino, algo que no parece afectar en gran medida a nuestro protagonista quien terminará haciendo un viaje lleno de encuentros y rechazos. Obviamente, este es un texto con un claro matiz infantil, algo que se puede desprender del tono desenfadado de la narración; pero también es cierto que se pueden hacer otras lecturas.
Para poner el punto final a esta entrada me gustaría recomendar la lectura de “Gato en el camino” de Nicanor Parra y que publica Libros del Zorro Rojo, es un libro perfecto para leer en una tarde y se disfruta mucho con las ilustraciones que acompañan al texto.
Hoy quiero hablar de un libro de relatos que hace un par de meses conseguía alzarse con el prestigioso Premio Internacional Ribera del Duero, que en su séptima edición ofrecía a su autora, la boliviana Liliana Colanzi, el poder publicar su libro con una de las editoriales de referencia en España como es Páginas de Espumas (editorial que es responsable de convocar este premio junto a la Denominación de Origen Ribera del Duero), lo que como resultado nos deja un libro de cuentos que lleva por título “Ustedes brillan en lo oscuro”.
En “Ustedes brillan en lo oscuro” nos encontramos con seis cuentos en los que la autora mezcla hechos que podrían pertenecer a la realidad con un cierto toque de ciencia ficción, y lo hace en escenarios casi distópicos que tiñe con una pizca de realismo mágico, algo de violencia, pero sin renunciar a la denuncia social y de las desigualdades. Esto es algo que podemos decir que enriquece los relatos, ya que los reviste con varias capas.
Una de las cosas que más me ha sorprendido de este libro de relatos es que empieza con un cuento muy interesante, en el que la autora nos hace una aproximación a una a una prehistoria en la que una mujer se queda embarazada, narrado en tercera persona y con unas descripciones que se sienten muy reales sobre la crianza y cómo adaptarse a esta nueva situación. De esta forma la autora nos enseña la manera en la que el paso del tiempo se ve reflejado en un lugar cerrado como es esa cueva, a la que al final llegarán unos pájaros que regresan de su migración para criar.
Del siguiente relato me sorprendió mucho como la autora experimenta con la la narración fragmentada, en un relato que tiene un elenco muy coral que le permite desarrollar diversos personajes y jugar con los diferentes puntos de vista en un relato macabro que no renuncia en ningún momento a esa vertiente más social de los barrios pobres. De todos los personajes que aparecen, me quiero quedar con Kurmi Pérez, quien tras el repentino fallecimiento de su madre se ha quedado sola. Ellas vivían una vida austera hasta que con la llegada de la carretera a La Yureta, el lugar empieza a crecer; aunque en ese momento también aumentan las protestas contra la central que terminará teniendo un efecto perjudicial en la salud de los vecinos.
Los ojos más verdes es un relato que no se ha presentado al premio, pero que aparece en el libro, y pienso que es un acierto haberlo incluido porque mantiene una cierta armonía con los otros textos. Su protagonista es una niña cumpleañera que encuentra una galleta de la suerte con un número de teléfono y un mensaje misterioso, ella desea cambiar el color de sus ojos y llama. Este relato aborda el tema de lo que supone perder la inocencia.
Y para terminar de comentar algunos de los relatos que aparecen en este libro, no podía dejar de mencionar el que da título al libro, y puedo decir que este ha sido el que más me ha gustado, en él hay una atmósfera de misterio que envuelve todo lo relacionado con la familia de nuestra protagonista, Gabriela, y todo lo relacionado con esa sustancia que estaba dentro de aquel pequeño cilindro, y que es descrita como un tesoro en medio de la chatarra pero también un regalo envenenado en forma de sales fluorescentes.
Para terminar me gustaría invitar a todo el mundo a acercarse a este maravilloso libro de cuentos que es “Ustedes brillan en lo oscuro” de Liliana Colanzi y que publica Páginas de Espuma, un libro que recoge cuentos que hacen que el lector se vea sorprendido tanto por la propuesta narrativa de la autora como por el hecho de que estos son relatos que te hacen reflexionar sobre lo leído.
Solemos decir que los libros nos hacen viajar sin apenas salir de nuestra casa, y aunque esta novela nos llevará hasta Argentina, el viaje que haremos será uno a nivel personal con nuestra protagonista y gracias a nuestra narradora. Un viaje lleno de recuerdos es lo que los lectores se encontrarán cuando empiecen a leer “Una casa llena de gente” de Mariana Sández (Impedimenta, 2022).
El libro presenta una estructura muy interesante, en la que la autora nos ofrece pequeños fragmentos de la vida familiar narrados por una madre que le ha legado una serie de cuadernos a su hija, mientras que a la vez vamos descubriendo más detalles acerca de estos episodios comentados por otros personajes relacionados con los acontecimientos.
Centrándonos en la vida de nuestra protagonista, Leila Ross, iremos descubriendo los pequeños secretos de la vida familiar de una mujer que vive por y para los libros. Una vida familiar que está marcada por esa mudanza que hacen cuando su hija, Charo, aún es una niña pequeña. Una mudanza, a un nuevo apartamento, que nos servirá para conocer tanto a esta familia como a los nuevos vecinos.
Podemos decir que tres de las grandes virtudes de “Una casa llena de gente” son: que se trata de una novela coral, en la que los diferentes personajes que vamos conociendo son los que con sus puntos de vista hacen que la novela crezca; un magistral uso de la analepsis, algo que apreciamos en las cartas que Leila le deja a Charo; y el manejo del suspense, aunque no lo parezca en esta novela que habita en los recuerdos, también hay espacio para un acontecimiento que sorprenderá a los lectores.
Y no quiero dejar de mencionar lo mucho que me han gustado todas esas relaciones familiares que aparecen recogidas en una novela, que nos enseña esa relación tan especial que se da entre una madre y su hija, primero con Leila y Charo, y luego con Leila y su propia madre “la Granny”. Además, de esa relación que se establece entre los vecinos del “sandcastle”, especialmente entre la familia de los Almeida y los Vilendi.
Para terminar me gustaría recomendar la lectura de “Una casa llena de gente” de Mariana Sández (Impedimenta), un libro cuyo hilo conductor es la relación entre Charo y Leila, y en donde somos testigos de cómo una hija, ahora adulta, confronta sus percepciones de niña y se apropia del legado de esta mujer tan poderosa que fue su madre. Y también podemos decir que es un libro que va atrapando a los lectores poco a poco, llegando a un final en el que los lectores llegamos a entender esta historia tan maravillosa.
Hay algunos libros que uno empieza a leer sin saber que se va a encontrar en sus páginas, y esto es algo que puede llegar a enriquecer la experiencia lectora, porque nos permite entrar en la historia y dejarnos sorprender por la propuesta del autor, y esto es algo que me ocurrió con el siguiente libro, estoy hablando de “Maldito amor” de la puertorriqueña Rosario Ferré, esta es una obra que fue originalmente publicada en 1986 y que desde este año podemos disfrutar en esta edición de La Navaja Suiza.
En este libro se recogen tres historias sobre la familia de la Valle, la primera de ellas es la que le da título al libro “Maldito amor”, y luego vienen “El regalo” e “Isolda en el espejo”. Estas tres historias que perfectamente podrían entenderse como tres partes de un mismo conjunto, pueden funcionar como una exploración de la historia reciente de Puerto Rico, que tan ligada está a la industria azucarera.
Es cierto que en “Maldito amor” tenemos una parte que se centra en esa historia familiar, con sus intrigas y ambiciones, con sus secretos y cosas que hay que ocultar. Pero también aparece esa parte más histórica en la que seremos testigos de cómo las empresas isleñas se fueron a la ruina con la entrada de los estadounidenses. Además la autora aprovecha para tratar temas más sociales como pueden ser la diferencia de clases y la discriminación, y lo hace con un pasaje sensacional que nos cuenta como en el colegio, Carlota, una niña negra que a pesar de ser de una familia opulenta, es tratada de una forma totalmente inadmisible por parte de la madre Artigas.
Y para terminar, me gustaría recomendar la lectura de “Maldito amor” de Rosario Ferré (La Navaja Suiza, 2021), porque este es un libro que va desde lo familiar a lo colectivo, y que está construido con personajes difíciles de olvidar una vez que entras en su mundo, en el que se trata temas que todos conocemos, en definitiva un libro muy recomendable.
En esta ocasión me gustaría dedicarle una entrada a un libro que he terminado de leer recientemente y me ha gustado bastante; me refiero a “Pasaje al acto” de Virginia Cosin, una novela que salió a la venta en el mercado español el pasado mes de julio de la mano de Malpaso.
En esta novela en la que nos sumergimos en la vida de nuestra protagonista y narradora, seremos testigos de la vida de una mujer que a pesar de no estar viviendo su mejor momento es capaz de hacer un viaje por la memoria y repasa acontecimientos desde la infancia hasta el pasado más reciente.
Esta historia de corte intimista, que nos propone Cosin, gira en torno a un acontecimiento traumático que nuestra protagonista experimenta en las primeras páginas de la novela, me refiero al intento de suicidio que la termina llevando a un psiquiátrico en donde permanecerá encerrada; creando una atmosfera muy certera que retrata a la perfección una institución como esta, y lo hace ayudándose de las personas que allí se encuentra y las conversaciones con el doctor que la trata.
Teniendo en cuenta que esta es una novela bastante breve, no llega a las ciento veinte páginas, me parece que lo más sensato es no comentar nada más sobre la trama, y así evitar los destripes. Pero me gustaría mencionar alguno de los temas que podemos encontrar en “Pasaje al acto”, empezando por las relaciones amorosas que han terminado mal, la salud mental, la infancia, la familia y la relación con los padres, el sueño de la emancipación, la memoria y el paso del tiempo.
Otra cosa que podemos destacar es que el texto está plagado de diferentes referencias culturales, desde el autor Stephen King a la película de Alien. Además de incluir fragmentos de textos de autores de otras épocas, algo que añade un color especial al libro.
A modo de conclusión, me gustaría recomendar de la lectura de “Pasaje al acto” de Virginia Cosin (Malpaso Ediciones), un libro intenso con sentimientos que hacen que el lector se conmueva por dentro con este viaje tan personal, que nos muestra en primera persona las presiones de la mujer en el mundo de hoy.
Tengo que empezar esta entrada diciendo que en lo que llevamos de año he podido leer libros muy interesantes y de gran calidad literaria como pueden ser: «Cobiza» de María Reimóndez, «Los ojos cerrados» de Edurne Portela o «La ocasión» de Juan José Saer; pero también es cierto que no he leído ningún libro tan especial como “Los mejores narradores jóvenes en español, 2”, un libro en el que Granta ha seleccionado 25 autores nacidos a partir del 1 de enero de 1985, y que la editorial Candaya ha sacado al mercado el pasado día 12 de abril.
Este es uno de esos libros que al lector le ayuda a disfrutar al máximo de la experiencia lectora, primero porque ofrece la oportunidad de descubrir a nuevos autores y autoras, segundo porque nos ayuda a abrir nuestros horizontes como lectores y a conocer lo que se está haciendo en otros países, en tercer lugar al tratarse de un libro de relatos se fomenta una lectura relajada en la que solo tenemos que sentarnos y dejarnos atrapar por las historias que aparecen aquí recogidas, y finalmente porque este libro es una muy buena carta de presentación para jóvenes talentos que no solo son el presente sino que también son el futuro de la literatura en español.
Yo, personalmente, decidí acercarme a este libro antes de conocer los nombres y las nacionalidades de los autores y las autoras que aparecían en esta recopilación, y si digo la verdad lo hice movido por todas esas maravillosas personas que he conocido gracias al blog y que viven al otro lado del océano Atlántico, gente como Beat Books y Coremi, y me parece que este es un libro que tiende puentes y pone en valor el gran momento que los escritores que escriben en castellano están viviendo.
Pero tampoco voy a negar que un factor diferencial a la hora de acercarse a un libro como este es el poder conocer y leer a los escritores que aparecen entre esos 25 mejores escritores y escritoras jóvenes, así que me parece de justicia citarlos a todos por orden alfabético, primero de país y luego según su apellido. Argentina tiene tres representantes: Camila Fabbri (1989), Martín Felipe Castagnet (1986) y Michel Nieva (1988). Chile tiene dos representantes: Paulina Flores (1988) y Diego Zúñiga (1987). Por Colombia tenemos a José Ardila (1985). Por Costa Rica a Carlos Fonseca (1987). Cuba tiene tres representantes: Dainerys Machado Vento (1986), Carlos Manuel Álvarez (1989) y Eudris Planche Savón (1985). Por Ecuador tenemos a Mónica Ojeda (1988). España tiene 6 representantes: Andrea Abreu (1995), David Aliaga (1989), Munir Hachemi (1989), Cristina Morales (1985), Alejandro Morellón (1985) e Irene Reyes-Noguerol (1997). El representante de Guinea Ecuatorial es Estanislao Medina Huesca (1990). México presenta a cuatro autores como: Andrea Chapela (1990), Mateo García Elizondo (1987), Aura García-Junco (1989) y Aniela Rodríguez (1992). El representante de Nicaragua es José Adiak Montoya (1987). Por Perú tenemos a Miluska Benavides (1986). Y finalmente por Uruguay nos encontramos con el escritor Gonzalo Baz (1985).
Además me gustaría dedicarle unas líneas a esos relatos que más me han gustado. Y no se me ocurre una mejor manera que empezar por el primero, el que firma la escritora ecuatoriana Mónica Ojeda y lleva por título “Inti Raymi”, este es un texto muy potente, en el que uno puede sentir toda esa crueldad que un grupo de niños puede llegar a ejercer contra otro niño, además es un texto que tiene toques mágicos y misteriosos que me han gustado bastante. También es muy interesante el relato “Cápsula” del mexicano Mateo García Elizondo, un texto más reflexivo y pausado, en el que el autor nos propone ponernos en la piel de un criminal que tiene que pasar su condena encerrado en una cápsula espacial, en la que tendrá todo el tiempo del mundo para pensar en cómo ha terminado encerrado en aquella peculiar celda.
El cuento “Viajeras bajo la marquesina” del cubano Eudris Planche Savón me parece que tiene todo lo bueno que uno puede encontrar en esos libros sobre libros que tanto me gustan, y en este relato en el que dos chicas se encuentran en el tren, y una tiene un libro de Katherine Mansfield que le dejará a la otra para leerlo, de esta forma se va iniciando una especie de conversación entre las dos protagonistas del relato mientras comparten este viaje en tren. Otro relato en el que encontramos a dos protagonistas femeninas es “Mar de piedra” de la mexicana Aura García-Junco, en este caso se trata de una profesora que termina enamorándose profundamente de una alumna, una historia amor en la encontraremos elementos de misterio que estarán muy presentes a lo largo de este relato.
En “Nadie sabe lo que hace” de la argentina Camila Fabbri nos encontramos con un relato que reflexiona sobre la infancia y las relaciones familiares entre unas hermanas que van camino de la independencia familiar; y la relación que se da entre nuestra protagonista y su abuela materna cuando la familia se va a vivir a casa de la abuela, mientras los padres están en la fase final de su relación sentimental. También se trata el tema de la infancia en el cuento que presenta la andaluza Irene Reyes-Noguerol, un cuento que lleva por título “Niños perdidos”, en el que una madre bipolar que puede llegar a resultar aterradora para la hija, y como la enfermedad mental puede cambiar la vida de una persona, aunque a ojos de esa niña, siempre seguirá siendo su madre.
Dos cuentos que me han sorprendido mucho son “Wandaja” del autor ecuatoguineano Estanislao Medina Huesca, y “El color del globo” de la escritora cubana Dainerys Machado Vento. En el primero tenemos una temática más social, en la que el autor nos cuenta algunas de las situaciones que ocurren en su país, situaciones a las que una persona tiene que enfrentarse a diario u otras más peliagudas, pero me gusta porque al final tiene un toque cómico que funciona muy bien. También hay humor en “El color del globo”, pero aquí es más una crítica a esa modernidad que nos atrapa en ridículas situaciones que nos conducen a la pérdida de nuestra identidad.
Y para el final me he dejado los dos relatos que más me han impresionado. “Oda a Cristina Morales” de la galardonada con el Premio Nacional de Narrativa en 2019, Cristina Morales, este es el relato que cierra este volumen, y en él la escritora granadina relata varios casos en los que mujeres fueron capaces de responder con contundencia, y salir victoriosas, ante una serie de ataques físicos contra su integridad; para finalmente presentarnos el caso de la cuatro veces campeona del mundo de kick boxing, también llamada Cristina Morales, unas experiencias que dicen mucho sobre nuestra sociedad. “Días de ruina” de la mexicana Aniela Rodríguez, es un relato muy poderoso, intimista y que aborda un tema que funciona muy bien en el formato del cuento; y como se trata de un cuento bastante breve me parece que lo mejor que puedo hacer es no comentar nada más, pero recomendar a esta autora y este cuento que guarda en sus páginas sentimientos tan dolorosos pero tan humanos.
Para terminar me gustaría recomendar la lectura de “Granta – Los mejores narradores jóvenes en español, 2”, como dije anteriormente en un libro como este uno se encuentra con relatos que le gustan más que otros, pero esto no puede impedirnos el disfrutar de los veinticinco textos que aquí aparecen. Además me gustaría hacer una segunda recomendación, se trata de añadir una lista al final del libro, con cinco nuevos autores y autoras jóvenes de cada uno de los países seleccionados y de aquellos que no han logrado obtener representación, así de esta forma podremos crear una buena selección de autores que de verdad son muy recomendables.
Para poner fin a ese primer proyecto personal del año, que consistía en leer más literatura argentina, he decidido dedicarle una breve entrada a Alejandra Pizarnik, y lo hago tras haber leído siete de sus poemarios, que aparecen en la antología que lleva por título “Poesía completa”.
Aunque es cierto que no he terminado de leer el libro que reúne toda la obra poética de la autora nacida en Avellaneda, tengo que decir que ha sido una gran experiencia lectora el poder acercarme a esta autora que está considera como uno de los grandes nombres de la literatura escrita en español.
Todos asociamos el apellido Pizarnik con poesía; pero también se pueden encontrar publicadas sus obras de prosa, en donde destaca el relato de “La condesa sangrienta”, además de su correspondencia y diarios. Pero volviendo a la poesía, he de decir que han sido tres los poemarios que más me han gustado, “La última inocencia”, “Las aventuras perdidas” y “Árbol de Diana”, publicados en 1956, 1958 y 1962, respectivamente.
Como todo lector de poesía, he de reconocer que me ha sido inevitable el ir apuntando los títulos de algunos de esos poemas que más me han sorprendido, y es que cuando uno se sienta al leer por primera vez a una autora de la talla de Alejandra Pizarnik lo normal es llevarse una grata sorpresa. Esos poemas serían: “Yo soy…” de su primer libro de poemas «La tierra más ajena» (1955), “Exilio” de «Las aventuras perdidas» (1958), “Piedra fundamental” de «El infierno musical» (1971), y “Rescate” un verso dedicado a Octavio Paz.
Obviamente no sé cuando, pero intentaré volver a acercarme a la poesía de Alejandra Pizarnik y leer todos esos poemas que no fueron recogidos en libros, y que aún tengo pendientes por finalizar. Me parece que esta ha sido la mejor manera posible para ponerle el punto final a esta idea de empezar el año leyendo a autores de un único país, porque es algo que nos demuestra, que en todos los países del mundo, podemos encontrar autores que de verdad merece la pena descubrir y leer.
Mi primera vez leyendo a Mariana Enríquez me ha llevado a descubrir un libro de relatos, que es bastante popular a los dos lados del atlántico, y que lleva por título “Las cosas que perdimos en el fuego”. Se trata de un libro que en líneas generales me ha gustado mucho, y del que puedo decir que me parece una muy buena carta de presentación para quienes quieran acercarse a la obra de la escritora porteña.
“Las cosas que perdimos en el fuego” está compuesto por doce relatos que tienen un tono propio del género de terror, y en los que la autora irá aprovechando para mostrarle al lector algunas de sus preocupaciones con respecto a la sociedad en la que vivimos. Se podría decir que lo paranormal y lo social se dan la mano, en unos relatos que afectarán al lector desde varios y diferentes ángulos, y esto es algo que enriquece la experiencia lectora.
Me gustaría dedicarles unas pocas líneas a algunos de mis relatos favoritos, pero obviamente tratando de no desvelar nada muy revelador de la trama, porque de verdad que hay que leer los cuentos de Mariana Enríquez:
El primer relato, “El chico sucio”, tiene como protagonista a una mujer que vive en una gran casa situada en un barrio donde viven personas con menos recursos, a pesar de que su familia está en contra de su decisión, ella parece feliz con su estilo de vida. Algo que me ha llamado la atención es que este relato destila una fuerte sensación de comunidad, ya que sus vecinos son gente muy cercana, y esto será lo que llevará a nuestra protagonista a querer ayudar a un niño pequeño, cuya madre drogadicta y embarazada ha desaparecido durante la noche. Este es un relato en el que se denuncia la pobreza en la que viven los más necesitados.
En el segundo relato, titulado “La hostería”, se nos cuenta cómo la familia de un político local decide irse a pasar unos días al pueblo, allí la hija del matrimonio aprovecha para reencontrarse con sus amistades de la infancia. Al parecer las cosas han cambiado en el pueblo, pues el padre de la amiga, un respetado guía turístico ha perdido su trabajo. Las dos chicas iniciarán una operación de venganza, pero fracasarán en su intento.
Uno de mis cuentos favoritos es “La casa de Adela”. Ambientado en una casa abandonada, que asusta incluso a los adultos, como se puede apreciar por la reacción de la madre de dos de los niños protagonistas. El relato es realmente inquietante, si tenemos en cuenta que lo estamos viendo desde los ojos de unos niños pequeños, dos hermanos que tienen una amiga a la que le falta un brazo. Un día los amigos deciden entrar en la finca de la casa, y esto es algo que generará una obsesión en el pequeño Pablo, quien decide que tienen que entrar dentro de la casa, al entrar serán testigo de cosas muy extrañas. Un suceso que marcará la vida de dos familias para siempre.
“El patio del vecino” me parece que es el relato más macabro, y el que peor sensación te deja después de leerlo. Aquí la autora, con una gran maestría, irá construyendo este relato añadiendo cada vez una dosis más de tensión hasta llegar a la conclusión. Pero también tengo que decir que me parece que está tratado muy bien tanto el plano social de la historia, como ese lado más paranormal que una historia de terror tiene que tener. Paula, nuestra protagonista, es un personaje muy interesante, lleno de contradicciones, que debería ser feliz pero no lo es, que podría haber sido una trabajadora modélica pero se encuentra en casa sin trabajo,…
En “Verde rojo anaranjado” se hace una reflexión sobre el poder que ejerce Internet en las personas, y como puede anularlas completamente. Ejemplificado, en esta historia de dos amigos, en la que un chico decide encerrarse en su habitación para no volver a salir; mientras que la chica decide mantener las visitas a su casa, además de chatear con él sobre temas muy extraños y perturbadores.
Y qué mejor forma de terminar que con el relato que da título a esta espléndida colección, “Las cosas que perdimos en el fuego”. Un último relato que encierra el mensaje más potente de todos los doce cuentos que se reúnen en este libro de Mariana Enríquez. Trata, de manera indirecta, sobre los feminicidios, y lo hace en su vertiente más cruel, dura, e inhumana, como son los casos de mujeres que son quemadas vivas. Obviamente no es un relato fácil de leer, pero es necesario leer acerca de estas cosas, porque es un tema que a uno le hace pensar y reflexionar acerca de estas violencias contra la mujer, y este es un tema sobre el que hay que seguir educando a las nuevas generaciones ya que por desgracia parece que no hay ningún avance.
A modo de conclusión, los relatos de Mariana Enríquez tienen un trasfondo que te hace reflexionar sobre temas que están presentes en nuestras vidas y son parte de la sociedad, pero es innegable que todos tienen ese poso del terror que hace que el lector sienta escalofríos con ciertos pasajes. Además, es una buena forma de mezclar esa tradición anglosajona del terror, con una ambientación tan innegablemente propia de Argentina. Estoy seguro de que seguiré leyendo a esta autora, que tan buena impresión me ha dejado con este libro de relatos que es muy recomendable.
Pocas sensaciones hay más electrificantes que la de terminar de leer, por primera vez, a un autor que sabes que se terminará convirtiendo en uno de tus favoritos; y tengo que decir que eso fue lo que me ocurrió mientras leía esta novela del escritor santafesino Juan José Saer.
Pero antes de hablar de esta novela titulada “La ocasión”, me gustaría comentar brevemente cómo descubrí a este escritor argentino; y ciertamente no se trata de ningún gran misterio, fue gracias a Librotea, y es que una obra del argentino, “Glosa”, aparecía en una selección realizada por el cantante del grupo Dorian, en la que comentaba cuáles eran sus diez escritores argentinos favoritos de las últimas décadas. Posteriormente, y haciendo un poco de investigación descubrí que la editorial Rayo Verde había publicado ocho de las doce novelas del autor, además de “El concepto de ficción” libro que recoge varios de sus ensayos, en una gran labor de recuperación de la obra de un autor total.
“La ocasión” es un libro en el que nuestro protagonista es Bianco, un mentalista que tiene que dejar atrás su vida en París tras sufrir la humillación pública por parte de los Positivistas franceses. Pero será este capítulo tortuoso de su vida el que le llevará a Argentina, lugar donde podrá disfrutar de una nueva oportunidad en la vida, allí con la ayuda del doctor Garay López irá creciendo socialmente, algo que sin embargo no terminará de traerla esa felicidad tan añorada.
Ya desde el principio de la novela se nos plantea una especie de triángulo amoroso entre, el doctor Gary López, Bianco, y Gina (la esposa de Bianco); y es también en la primera parte de la novela que nuestro protagonista empieza a desconfiar de que su mujer lo ha engañado con su mejor amigo. Con el paso de las páginas esa primera duda se terminará convirtiendo en una auténtica obsesión; y Bianco llegará a pensar que Gina lo engaña doblemente, primero con esa supuesta relación con Garay López, y segundo, cuando la pareja está practicando para que él pueda recuperar sus poderes de telepatía.
Pero siendo sincero me parece que decir que “La ocasión” se centra sólo en el tema del triángulo amoroso es quedarse corto, y en mi opinión todas esas insinuaciones veladas, las sospechas, y los celos, le sirven al autor para contarnos cómo reaccionan los personajes, que como Bianco, no son capaces de lograr las cosas que se proponen, en este caso el regresar a Europa y enfrentarse a los Positivistas.
Además, de la maestría del autor para llevarnos a los rincones más íntimos de la mente humana, en la que muchas veces la razón nos hace cuestionarnos todo, incluso lo que estamos viendo con nuestros propios ojos. También debemos mencionar las precisas descripciones que hace Saer de los territorios y lugares en los que ambienta su novela, tanto esa primera parte en Europa, como luego en la remota pampa argentina, o en la ciudad de Buenos Aires.
Y no quería olvidarme de comentar ese punto más inquietante del libro, y que está relacionado con una historia que se nos cuenta en el último tercio del libro; me refiero a la que tiene como protagonistas al pequeño Waldo y a su hermana, se trata de un pasaje cargado de violencia, y que cambiará la vida de estos personajes que reencontraremos en el final.
Para finalizar, solo me queda recomendar esta novela, “La ocasión” de Juan José Saer, obra que fue galardonada con el Premio Nadal en 1987, porque de verdad que me parece una muy buena forma de empezar a descubrir a uno de esos grandes nombres de la literatura argentina. Estamos ante un autor que muchas veces ha sido puesto a la par de Borges, tal y como afirma Beatriz Sarlo, quien sostiene que “el Borges clásico culmina en 1960, y que a partir de ahí el mayor escritor argentino de la segunda mitad del Siglo XX es Juan José Saer”.