Recientemente he tenido la oportunidad de acercarme y descubrir la obra de una autora muy querida por los lectores y también muy respetada por la crítica (primera ganadora de un Pulitzer a título póstumo), y que está considera como una de las autoras clásicas de la literatura estadounidense, y además goza de una reputación ganada con su pequeña pero excelente producción literaria. Hablar de Sylvia Plath es muy fácil, porque a pesar de que no llegó a ser plenamente consciente de todo su éxito (murió con apenas treinta años) estamos ante una de esas escritoras especiales capaz de trascender la barreras del tiempo con un novela que se leerá por generación y generaciones.
Sin embargo, he decir que considero que Plath era ante todo poeta, y esto es algo que también se aprecia en su narrativa, su dominio y maestría del lenguaje y las palabras que hacen que el lector disfrute de cada línea que lee. En mi propósito de leer parte de la obra de la bostoniana decidí empezar por uno de sus poemarios más conocidos, “Ariel”, tengo que decir que me parece que la decisión fue la correcta ya que en esta última obra de Plath nos encontramos con poemas como: “The Night Dances”, “The Arrival of the Bee Box” y “Daddy” que realmente merecen la pena.
También me decidí a darle una oportunidad a su única novela publicada, “La campana de cristal”, esta obra de carácter semi-autobiográfico es una exploración de la vida de una joven, y que poco a poco se va sumiendo en una reflexión personal en la que se recogen su visión acerca del mundo en el que le ha tocado vivir. En esta novela de iniciación conocemos a Esther Greenwood, un personaje que nos va describiendo cómo es su vida en la gran ciudad y sus dificultades para adaptarse a ese estilo de vida, pero también veremos como la vida de Esther da un vuelco cuando ve sus sueños desaparecer y cada vez se va sintiendo más fuera de sitio y alejada del mundo. Me gustaría decir que aunque me ha encantado el libro, hay pasajes realmente duros y sobrecogedores que pueden llegar a ser difíciles de leer para algunas personas.
Y finalmente leía “Mary Ventura and the Ninth Kingdom” un pequeño cuento en el que ya vemos varias de las características más reconocibles de Plath como autora, y a pesar de que este es un pequeño relato que escribió con veinte años. La ambientación, el uso de metáforas y potentes imágenes que se quedaran grabadas en la mente del lector, hacen que este relato de apenas 50 páginas sea mucho más interesante de lo que pueda parecer en un principio. He de decir que al principio la idea de leer una historia sobre una niña que realiza un viaje sola en tren me parecía poca cosa; pero he de confesar que con Plath hasta las cosas más pequeñas tienen un matiz especial que las hacen realmente geniales, y es por ello que también podría ser recomendable leer este pequeño cuento como forma de introducirse en la obra de Plath.
Bueno esto ha sido todo por mi parte, descubrir a una autora es siempre un motivo de alegría en la vida de un lector, encontrarse con algo nuevo, especialmente en este caso con una autora tan especial y de capacidades tan excelsas para plasmar sobre el papel todos sus sentimientos y preocupaciones. Definitivamente seguiré leyendo más cosas de Sylvia Plath, e incluso es probable que le de una segunda lectura a estas obras que yo he conocido gracias a una serie de audiolibros con varias de sus obras, en los que he echado en falta algunos de sus otros poemarios como son: “Crossing the Water”, “Winter Trees” y especialmente “The Colossus”, y quien sabe tal vez algún día también le pueda dar una oportunidad a los diarios de una escritora que, sin ninguna duda, podemos decir que está entre las más grandes.
¡Gran entrada! Cuando descubrí a Sylvia Plath en la carrera me impresionó mucho su literatura y no pude evitar hacer el tfg de una de sus obras, La Campana de Cristal. Es cierto lo que dices ya que es muy especial y única, y sin duda te recomiendo que leas sus diarios porque se descubre mucho más sobre ella.
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Tendré en cuenta el tema de sus diarios, y también me gustaría leer más poesía de la de Massachusetts. Saludos y gracias por el comentario!
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